Un grupo de médicos-pediatras chinos, acaba de publicar en la revista Translational Pediatrics un estudio clínico de 10 niños recién nacidos de madres afectadas por el COVID-19. De los 10 recién nacidos (8 niños y 2 niñas) 4 nacieron al término del embarazo y 6 fueron prematuros. Dos nacieron con un tamaño menor al normal y uno con un tamaño grande para la edad gestacional. Del punto de vista clínico, 6 neonatos presentaban síntomas de dificultad respiratoria y 2 tenían fiebre. Otros dos neonatos presentaban, respectivamente, vómitos y taquicardia. Hasta la fecha de la publicación del artículo, 5 de los neonatos fueron dados de alta, 4 siguen hospitalizados en condiciones estables y uno falleció.
Estos resultados contrastan con los de otro estudio chino, publicado en la revista Lancet, que reporta el nacimiento de 9 niños, sin problemas graves, de madres en una situación similar. A parte de la posibilidad de distintos niveles de atención sanitaria en diferentes regiones de China, estas diferencias se pueden explicar también por el número de casos, muy bajo en ambos estudios.
No se trasmite el virus
A pesar de estar en el origen de varias enfermedades de niños recién nacidos, la nueva versión del Coronavirus, denominada 2019-nCoV o COVID-19, no parece pasar fácilmente de la madre al neonato, y todos los problemas de los bebes se deben a efectos indirectos, relacionados con la enfermedad de la madre. Por otra parte, las mujeres embarazadas son particularmente propensas a contraer la enfermedad, debido a la supresión parcial del sistema inmune que acompaña al embarazo.
Según este trabajo, la infección perinatal parece causar varias patologías en los niños recién nacidos, incluyendo sufrimiento fetal, parto prematuro, dificultad respiratoria, trombocitopenia acompañada de anomalías de la función hepática, e incluso la muerte.
Como medida de precaución, desde la Clínica MARGen de Granada, recomiendan prestar una atención particular a mujeres embarazadas, incluyendo el cribado sistemático de la infección con el Coronavirus en todas las que presentan síntomas sospechosos. "En caso de confirmación, el obstetra tendría que contactar de antemano con un pediatra especializado en neonatología para tener preparado el equipo completo de reanimación en la sala de partos".