"COVID-19 y jubillennials: Impacto en los hábitos de vida saludable de la población española"

Los mayores han sobrellevado mejor el confinamiento: sólo 2 de cada 10 ha llevado mal estar en casa

Teletrabajar con niños en casa, adaptarse a marchas forzadas al trabajo virtual y en remoto, conciliar vida laboral y personal, cocinar y hacer deporte en escasos metros cuadrados y sin poder salir de casa, han convertido el confinamiento a causa del COVID-19 en un pequeño infierno para la gran mayoría de españoles que están alrededor de los 40 y 50 años, la llamada Generación X. Pero ¿y los que están alrededor de los 60 y 70 años, los denominados Jubillennials, es decir, el grupo de edad de los Baby boomers que gozan de un buen estado y hábitos saludables? ¿Cómo han vivido ellos este confinamiento siendo uno de los grupos de mayor riesgo? Pues a luz de los resultados de este estudio, parece que sorprendentemente bien, ya que han sobrellevado mejor el encierro que los jóvenes, y disfrutan de un buen estado de salud, incluso durante la cuarentena. De hecho, casi 4 de cada 10 españoles de 35 a 44 años admiten que han llevado esta situación del confinamiento mal o muy mal, el doble que los jubillennials (20%).

Esto es lo que se desprende del estudio "COVID-19 y Jubillennials: Impacto en los hábitos de vida saludable de la población española", realizado por Vivaz, la marca de seguros de salud de Línea Directa, en una encuesta realizada a 3.400 personas, del 8 al 13 de mayo de 2020 en pleno confinamiento. El objetivo de este estudio es evaluar el impacto del COVID-19 en la percepción de la salud de la población española y compararla con los resultados de la misma encuesta que se realizó en junio de 2019, centrándose particularmente en los denominados jubillennials, ya que ha sido uno de los grupos que se han visto en mayor riesgo durante esta pandemia

La resiliencia de la que hacen gala los Jubillennials traspasa las fronteras del confinamiento y del estado de alarma ocasionados por el COVID-19, pues sentirse depresivo y desanimado es más común entre las generaciones más jóvenes. El 64% de los españoles de 60 y 70 años no se ha sentido deprimido ningún día en lo que va de año, porcentaje que baja hasta el 53% entre los españoles de 50 años y al 48% entre los de 40. Por si este último dato no fuera preocupante, un 14% de los cuarentañeros admite estar decaído o desanimado la mayoría de los días.

Impacto del COVID-19 en la población española

El COVID-19 ha tenido gran impacto social. El 17% de la población del país conoce en su entorno familiar o de amigos a algún fallecido por la enfermedad, lo que supone un elevadísimo porcentaje considerando que se ha producido en poco más de 2 meses. A nivel de asistencia médica, solo el 0,5% de los ciudadanos ha requerido ingreso hospitalario, pero entre un 6% y un 12% ha contactado y recibido asistencia de su médico por teléfono u online, lo que evidencia el desarrollo en el seguimiento a distancia de los pacientes por parte de los profesionales sanitarios y supone avanzar en la telemedicina.

Los más jóvenes empezaron el encierro por el coronavirus con gran fortaleza, como quedó patente en las primeras semanas de cuarentena con la avalancha de vídeos de padres e hijos disfrazándose y organizando juegos y actividades en casa y las canciones desde balcones y ventanas. Sin embargo, esa situación también ha acabado siendo más llevadera para nuestros mayores desde el punto de vista del estado físico y la motivación. El 52% de las personas de en torno a 60 y 70 años no ha tenido sensación de cansancio o falta de energía ni un solo día, frente al 33% en el caso de los españoles próximos a los 40 y 50 años. Y lo mismo sucede con el interés por hacer cosas durante el confinamiento: el 66% de los jubillennials ha mantenido esa motivación, por encima del 48% de las personas de la Generación X. Sólo los más mayores han perdido cierta motivación.

Estos resultados se explican, por un lado, por el hecho de que España es el segundo país con mayor esperanza de vida del mundo, solo por detrás de Japón, y cuenta con un sistema público de salud, una dieta y una calidad de vida en cuanto a ocio y clima que hacen mejor la vida a los jubilados. Por otro, buena parte de los ciudadanos de entre 35 y 55 años de edad han tenido que afrontar durante los más de dos meses de confinamiento un sobreesfuerzo de conciliación familiar y laboral debido al cuidado de los hijos menores y la atención de las labores del hogar al tiempo que teletrabajaban, cuando no sufren de estrés por la pérdida de su empleo o un ERTE, entre otras circunstancias.

No solo eso. Los jubilliennials españoles se criaron en las décadas anteriores al gran desarrollo económico de España, cuando no en los años de la posguerra, es decir, en tiempos de mayor carestía, menos comodidades y posibilidades, lo que habría forjado un carácter que les permite soportar mejor estas circunstancias. Y aunque las generaciones más jóvenes siguen siendo más irritables, el confinamiento ha elevado un 35% el nivel de intranquilidad o ansiedad entre los jubillennials respecto a 2019.

Hábitos saludables de la población durante el confinamiento

Lo que la pandemia no ha cambiado respecto al año anterior es la percepción positiva que la población española de 35 a 75 años tiene de su salud, que se ha mantenido estable. A pesar del coronavirus, el 30% sigue considerando su salud buena y el 60%, muy buena. Menos de un 13% la considera mala o muy mala. Sí se ha notado un relativo deterioro en la población de 70 años: el 54% considera ahora que su salud es muy buena, frente al 60% del 2019.

Por comunidades autónomas, La Rioja (65%), Castilla-La Mancha (64%) y Comunidad de Madrid (63%) son las regiones en las que la percepción subjetiva de la salud es mejor. El Principado de Asturias (53%) Islas Baleares (53%) y Galicia (48%) son las comunidades en las que la percepción de la salud es peor.

Los jubillennials españoles también descansan mejor: el 42% de ellos dice haber dormido bien o muy bien durante el último mes, frente al 31% de quienes tienen entre 35 y 54 años. Eso sí, el COVID-19 ha quitado el sueño a los españoles que están al borde de la jubilación, en torno a los 60 años: el 24% (un 71% más que en 2019) dice ahora dormir bastante mal, mal o muy mal.

La emergencia sanitaria no ha impedido tampoco que los españoles mantengan en general los hábitos saludables que ya venían siguiendo. Y de nuevo aquí se repite una máxima: a más edad, mejores hábitos.

El 57% de los jubilados hace deporte al menos tres veces por semana, dos puntos porcentuales más que en 2019 y por encima de la población de entre 55 y 65 años (52%); el 79% sigue una alimentación saludable de estilo mediterráneo, frente al 68% en el caso de quienes tienen entre 55 y 64 años, y también fuman menos: solo el 13% lo hace todos los días. En lo que sí ha pasado factura el COVID-19 a los jubilados más que a los trabajadores en activo es en su vida social: si el año pasado el 57% declaraba tener una vida social activa, ahora es el 53% quien lo manifiestan.

Según Manuel Castillo, Catedrático de la Facultad de Medicina de Granada, Presidente Científico de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad, y Asesor Médico de Vivaz Seguros de Salud, "estos datos desmontan el mito de que con la edad nos volvemos más cascarrabias, ya que, en general, el estado de ánimo y la paciencia presentan valores más positivos a medida que envejecemos. Y, en general también, nos preocupamos más por llevar una vida saludable. Algo que diría se ha mantenido e incluso intensificado durante estos meses de confinamiento por el COVID-19". 

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