Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, un 22,5% de los mayores de 65 años vive solo, un 1,1% más que el año anterior. Esta situación hará que muchos de ellos no tengan compañía en Navidad, debido a que no tienen hijos o familiares cercanos, provocando sensación de angustia, tristeza o depresión.
Proporcionarles tranquilidad y seguridad, o simplemente escucharles y ofrecerles un apoyo, puede ser de gran ayuda para que puedan disfrutar de estas Navidades, y evitar que sientan tristeza y desmotivación. En este sentido, Atenzia, compañía especializada en atención socio sanitaria, puede convertirse en una gran aliada para aquellos que por diferentes motivos, no tendrán compañía, y realizará más de 20.000 llamadas a sus mayores para interesarse por su salud y estado de ánimo.
La soledad durante estos días no implica que los mayores tengan que prescindir de decorar sus domicilios o elaborar los menús navideños tan típicos en estas fiestas.Por ello, en esta época las llamadas que se realizan incorporarán preguntas referidas estos temas concretos a la vez que se ofrecerán consejos prácticos para recuperar la ilusión:
- Pasear aprovechando las horas diurnas y disfrutar de la decoración de las calles. Los paseos matutinos, aún en soledad, gratifican a la vez que mejoran el estado físico pues el sol es una gran fuente de vitamina D. Visitar los belenes o adornos que se exponen en las ciudades estos días son iniciativas agradables al alcance de todos.
- Controlar la alimentación empleando ingredientes saludables. Los menús típicos de las fiestas navideñas no están reñidos con una buena alimentación. Las verduras, el pescado, la carne magra al horno y la fruta son ingredientes perfectos para evitar excesos sin prescindir del placer de degustar sabrosos recetas.
- Participar en actividades de su comunidad, barrio o calle, que seguro se realizan durante estas fechas. También puede formar parte de asociaciones de voluntarios y ofrecer su apoyo a los necesitados.
- Decorar el hogar con adornos navideños. Indistintamente de si se espera visita o no, la ilusión por montar el belén o el árbol de navidad aporta energía y te mantiene activo. Ver el hogar decorado y recordar momentos especiales de la niñez ayudan a combatir la sensación de melancolía y soledad.
- No encerrarse en uno mismo. Siempre que sea posible, se debe evitar convertir el hogar en un refugio que nos aleja de la realidad. La interacción con los amigos o vecinos mejora las habilidades sociales y la autoestima.