Mujeres, niños y adolescentes son los más afectados por trastornos de salud mental durante la pandemia

El 83% de las mujeres asegura que la pandemia ha afectado negativamente a su salud mental, frente al 36% de hombres.
Uno de cada tres niños que abandonan el colegio también sufre algún trastorno mental.

La pandemia de la COVID-19 ha agravado las diferencias de género especialmente en el ámbito de la salud mental, donde las mujeres sufren sus consecuencias de manera desproporcionada tanto en el trabajo como en el hogar. Según los resultados del informe "Headway 2023 - Mental Health Index", presentado hoy, la repercusión de los trastornos mentales en niños y adolescentes revela una posible asociación entre las enfermedades mentales y el abandono escolar, de modo que 1 de cada 3 adolescentes que abandonan el colegio también sufre un trastorno mental.

El índice refleja una imagen multidimensional obtenida de los países de la Unión Europea y Reino Unido como parte de "Headway 2023", una iniciativa sobre salud mental concebida e impulsada por The European House - Ambrosetti, un Think Tank, en colaboración con Angelini Pharma. El encuentro está diseñado como una plataforma multidisciplinar de intercambio de conocimientos para prevenir, diagnosticar, gestionar y encontrar soluciones innovadoras para reducir la carga de la salud mental y el estigma asociado a escala europea y local.

El director ejecutivo de la mencionada compañía farmacéutica, Pierluigi Antonelli, ha declarado ‘Headway 2023 Mental Health Index' ofrece la primera visión global del estado de los sistemas de salud mental en Europa. Entre otros, el informe ha destacado la tasa alarmante de enfermedades mentales entre los trabajadores y la necesidad urgente de que las principales organizaciones empresariales establezcan sistemas para responder a las necesidades de salud mental de sus empleados".

"El tema de la salud mental es de vital importancia, pues sabemos que sus límites van más allá de la edad, el sexo, el estado social y la procedencia, y que tienen una repercusión importante no solo en las personas y sus familias, sino también en la sociedad. El índice tiene en cuenta todos estos aspectos y ofrece una visión multidimensional de la salud mental en Europa, incluyendo propuestas de políticas de salud, bienestar y educación en los países europeos, y poniendo de relieve las debilidades y éxitos de los países a la hora de responder a las necesidades de salud mental basándose en una comparativa entre experiencias europeas", ha manifestado Daniela Bianco, socia y directora del Área de Salud de European House – Ambrosetti.

"La pandemia de la COVID-19 ha tenido consecuencias importantes en la salud mental de toda la población; no obstante, el contexto de la salud mental en Europa ya era preocupante mucho antes de la pandemia, con más de 84 millones de personas con trastornos mentales y 165.000 muertes anuales por enfermedad mental, 50.000 de ellas por suicidio. De hecho, las enfermedades mentales son la segunda causa más común de discapacidad en Europa. Hay que tener en cuenta que la esperanza de vida de las personas con esquizofrenia (60 años en los hombres y 68 años en las mujeres) es 13–15 años menor que la del resto de la población. Además, el suicidio es la sexta causa de muerte en la población general y la cuarta causa de muerte entre la población joven y, en algunos países, la repercusión de los trastornos mentales en los jóvenes es mayor que la de todos los demás trastornos médicos juntos. Los análisis presentados hoy muestran una gran variabilidad en la disponibilidad, accesibilidad y calidad de los servicios de salud mental prestados y en la capacidad de respuesta de los países europeos a las necesidades de salud mental en los colegios, los lugares de trabajo y la sociedad en general", ha afirmado Celso Arango, Presidente de la Asociación Española de Psiquiatría y Asesor de "Headway 2023".

Según cálculos recientes, el 83% de las mujeres asegura que la pandemia ha afectado negativamente a su salud mental, en comparación con el 36% de los hombres. Se ha comprobado que las mujeres embarazadas, las mujeres en el puerperio o las que han experimentado traumas, como aborto espontáneo o abuso por parte de la pareja, son más vulnerables a los efectos psicológicos de la pandemia. La carga de las tareas domésticas y el cuidado de los niños también tiene una repercusión significativa en el bienestar mental de las mujeres, ya que el 44% de las mujeres con hijos menores de 12 años declaran haber tenido dificultades con las responsabilidades domésticas, en comparación con el 20% de los hombres.

El informe también ha revelado que los problemas de salud mental, en especial los de tipo leve a moderado, afectan al 20% de la población en edad de trabajar en un momento dado de su vida, mientras que el 70% de la población empleada refiere formas leves a moderadas de problemas de salud mental. La enfermedad mental también puede tener una repercusión significativa en la capacidad de las personas para trabajar, lo que limita su participación en el mercado laboral.

En esta línea, se ha observado que las tasas de empleo de las personas con trastornos mentales graves son muy bajas (entre el 45% y el 55%) y que estos trabajadores reciben un salario un 58% inferior a la media. En general, en toda Europa, la tasa de empleo de las personas que padecen depresión es muy heterogénea, con cifras que varían entre el 27% en Rumanía y el 68% en Alemania; además, los episodios de absentismo laboral son frecuentes y el coste de la pérdida de productividad laboral es elevada (equivalente al 1,6% del PIB europeo).

Por otro lado, a medida que ha ido avanzando la pandemia, la exposición prolongada de los profesionales sanitarios a situaciones extremadamente estresantes y potencialmente traumáticas les hace especialmente vulnerables al estrés mental y la ansiedad, con efectos a largo plazo en su salud. En Europa, el 57% de los profesionales sanitarios han notificado síntomas de estrés postraumático durante el pico de la pandemia.

"Headway 2023 - Mental Health Index" también destaca la repercusión socioeconómica de los trastornos mentales. Según estudios recientes, el coste total de los trastornos mentales, en cuanto a pérdida de productividad y gasto sanitario y social, es equivalente al 4% del PIB de la UE. Aunque la salud mental tiene un gran impacto socioeconómico, sólo el 5% del gasto sanitario público total se asigna a la salud mental en toda Europa (valores que varían entre el 3% en Polonia, el 3,5% en Italia, el 4,2% en España y el 5,4% en Dinamarca), con repercusiones en la disponibilidad de recursos infraestructurales y humanos dedicados a esta materia. En lo que respecta a la capacidad de responder a las necesidades de salud mental de la sociedad, los países con un mayor gasto per cápita en discapacidad relacionada con la salud mental refieren un mayor apoyo social percibido.

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