La prevalencia de la diabetes tipo 2 aumenta con la edad y se estima que, a nivel mundial, en las dos próximas décadas la epidemia de esta patología va a ser especialmente significativa en la población mayor de 65 años.
En España, se estima que más de un tercio de los pacientes mayores de 75 años tienen diabetes, un 30,7% en los varones y un 33,4% en las mujeres.
En el marco del 34º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Novartis ha organizado un encuentro para debatir los principales retos en el abordaje del paciente anciano con diabetes tipo 2 y analizar las principales implicaciones de un documento de consenso que han realizado sobre el tratamiento del paciente anciano diabético.
Los ancianos con diabetes presentan mayor mortalidad, mayor morbilidad cardiovascular y mayor prevalencia de síndromes geriátricos que los ancianos de su misma edad sin diabetes. Además, las personas mayores con diabetes tienen una gran heterogeneidad clínica y funcional y, con frecuencia, sufren otras patologías crónicas.
Según el Dr. José Mancera Romero, miembro del Grupo de Trabajo de Diabetes de SEMERGEN, "estos condicionantes hacen necesario un abordaje específico en el paciente anciano, que debe ser multidisciplinar, siendo los profesionales de Atención Primaria los que en mejor situación se encuentran para ofrecer una atención de calidad a estos pacientes".
El consenso también hace referencia al tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular que se presentan con más frecuencia en el paciente anciano con diabetes. Entre ellos, destacan las recomendaciones referentes al hábito tabáquico, pues los beneficios del cese del consumo también se dan en el paciente anciano, o las referentes a la hipertensión, puesto que el 86,8% de los hombres y el 90,9% de las mujeres mayores de 75 años con diabetes son hipertensos.
La comorbilidad del paciente anciano con diabetes puede suponer, en muchos casos, que se dé una elevada prevalencia de polifarmacia. Es importante, de este modo, atender a las posibles interacciones farmacológicas en el momento de establecer el adecuado abordaje de la diabetes tipo 2 en el paciente anciano. La complejidad en el abordaje se ve aumentada por el progresivo deterioro orgánico y cognitivo, la menor autonomía del paciente y su capacidad de respuesta ante las situaciones, y por un mayor riesgo de morbimortalidad.
La correcta alimentación y la inclusión de ejercicio físico en la rutina diaria son aspectos fundamentales en la atención a los pacientes con diabetes y, en especial, los de edad avanzada. El consenso recomienda evitar que el paciente anciano con diabetes siga dietas muy hipocalóricas, que a menudo conllevan una ingesta proteica baja, pues incrementan el riesgo de desnutrición y de hipoglucemias. Por otro lado, el documento destaca la importancia y la utilidad que el ejercicio físico tiene para los pacientes de edad avanzada con diabetes tipo 2.