El cáncer de piel es el cáncer con mayor número de casos anuales. De hecho, según cifras de la Skincancer Foundation 1 de cada 5 personas habrá desarrollado un cáncer de piel cuando llegue a los 70 años. Sin embargo, mientras que las campañas de concienciación social han calado entre la población joven no ha sido así en un colectivo cada vez más amplio. "Tenemos un perfil de paciente con cáncer de piel con alto riesgo muy definido. Es el de aquella persona mayor, hombre o mujer, con piel clara, que se ha sobreexpuesto mucho al sol, bien por trabajo u ocio, que tiene grandes manchas, incluso algunos con antecedentes de cáncer de piel, y que no se explora el cuerpo en busca, precisamente, de manchas o lunares porque, en muchos casos los consideran propios de la edad", explica el Dr. Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral.
Este tipo de pacientes no suele acudir al dermatólogo de forma rutinaria para hacerse un chequeo de lunares, sino que acude cuando la mancha o el lunar, que acaba siendo un cáncer de piel avanzado, está en una zona que ellos pueden ver y es muy grande, les produce muchas molestias, o por casualidad, alguien de su entorno más cercano les detecta el lunar y les acompaña al dermatólogo. "Son personas que llegan a la consulta con melanomas y carcinomas espinocelulares con metástasis y con carcinomas basocelulares de gran tamaño que suponen cirugías muy agresivas con reconstrucciones o injertos. Parte de este problema se podría evitar haciendo campañas de concienciación dirigidas a este colectivo, ya que hemos visto que en el colectivo de pacientes menores de 50 han funcionado, repetir la experiencia con ellos", aclara el Dr. Sánchez Viera.
El melanoma sigue creciendo a un ritmo anual del 10% (5.000 nuevos casos al año), sin embargo la tasa de mortalidad está disminuyendo a un ritmo del 2,5% anual en los menores de 50 años, mientras que en los mayores la disminución anual es del 1%. "Esto es una muestra más de que el colectivo de los mayores es el más desprotegido frente al cáncer de piel: ya sea por vergüenza de ponerse desnudos para hacerse una dermatoscopia digital, ya sea porque consideran que las manchas en la piel son propias en lan edad, ya sea porque no se autoexploran siguiendo la regla del ABCDE de los lunares o porque no tienen a nadie que les pueda revisar, por ejemplo, la espalda, el caso es que son los que más cánceres de piel avanzados presentan. Y como dermatólogo creo que debemos concienciarles del valor de la detección precoz, como seguro sí que hacen para el cáncer de mama o el de próstata" apunta el director del Instituto de Dermatología Integral.
Detección precoz
La dermatoscopia digital, acompañada de un mapeo corporal de lunares, han demostrado ser la prueba más efectiva para detección precoz del cáncer de piel. Es un método no invasivo, que pueden realizarse todas las personas, permite controlar de un modo muy preciso la evolución de los lunares y otras lesiones sospechosas antes incluso de que degeneren en un cáncer de piel. La realización de esta prueba anualmente en personas con riesgo, facilita el diagnóstico precoz y, por lo tanto, la curación.
"El mapeo corporal y la dermatoscopia digital se realizan mediante equipos de fotografía digital que realizan un mapa seriado de nuestra piel, asociado a la detección mediante microscopia de superficie lesiones sospechosas, almacenando las imágenes para su seguimiento y comparación posterior. Además, la dermatoscopia digital analiza la forma, el color, el diámetro y la evolución, facilitando tomar una decisión en cada momento" asegura Miguel Sánchez Viera.
Regla del ABCDE
El ABCDE de los lunares (nevus) es una regla mnemotécnica internacional que nos permite de una forma sencilla saber qué tipo de cosas tenemos que tener en cuenta a la hora explorar y analizar los lunares que tenemos en nuestro cuerpo.
Prevención
La principal medida preventiva es la protección frente a la radiación solar y las fuentes artificiales de rayos UVA, fundamentalmente las cabinas bronceadoras de rayos UVA.
- No exponerse al sol sin fotoprotección, como mínimo con un SPF de al menos de 30, aunque es más efectivo el de 50. Esto incluye cuando estemos en playas y piscinas, salgamos de excursión, hagamos deporte al aire libre o pasemos una mañana arreglando el jardín, por ejemplo.
- Evitar el sol en las horas centrales del día, de 12:00 a 17:00 horas. Si no es posible, hacerlo siempre con fotoprotectores (renovándolo cada 2 horas), utilizando gorras, sombreros y ropa que nos proteja del sol y estando la mayor parte del tiempo en la sombra.
- No exponer al sol a niños menores de 3 años, ya que tienen la piel muy sensible y delicada y su sistema defensivo está en proceso de formación.
- No utilizar cabinas de bronceado de rayos UVA