La mayoría de las personas afectadas por presbicia o vista cansada no acaban de acostumbrarse a las gafas progresivas. A los inconvenientes habituales, se suma ahora el uso de dispositivos electrónicos, que les obliga a adaptar continuamente su visión de cerca.
Los hábitos de consumo digital, nuevo problema para los présbitas
La presbicia es la dificultad para enfocar los objetos más cercanos. Hasta ahora, la única solución para este problema de visión radicaba en el uso de una lente que corrigiera la presbicia pero, en la mayoría de los casos, los usuarios notaban limitaciones en la visión ante este tipo de situaciones. Además, muchos présbitas se sienten inseguros con sus gafas progresivas cuando bajan las escaleras, tienen que ajustar su postura al leer...
A esto se añaden ahora nuevos inconvenientes derivados de las nuevas posiblilidades de conexión on-line a través de los dispositivos electrónicos, que obliga a los afectados de vista cansada a adaptar su vista continuamente a distancias cortas para poder ver con claridad la información en sus pantallas o dispositivos móviles.
Se estima que, en la actualidad, el 81 % de la población española de más de 45 años y el 98 % de los mayores de 65 años padece presbicia, lo que supone unos 17 millones y medio de personas. Dentro de 10 años, más de la mitad de los españoles padecerán esta patología, debido a un incremento de la esperanza de vida, a las mejores condiciones sanitarias y al progresivo envejecimiento de la población.