La Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP) ha alertado sobre la llegada de las infecciones respiratorias y ha recomendado poner en práctica algunos de los consejos para prevenir el contagio entre los niños y los adultos.
El catarro común se caracteriza por la aparición de tos, mocos y congestión nasal
El otoño es una época de transición del calor al frío, en el que circulan una gran variedad de virus muy diferentes, que son la causa del llamado catarro o resfriado común. Además, en esta época, las infecciones respiratorias en los niños causadas por virus, como la bronquiolitis, causan un importante número de consultas en las urgencias.
Según los expertos es importante diferenciar entre el catarro y la gripe. En este sentido, la SENP ha explicado que el catarro común o resfriado, son propios de esta época, mientras que la gripe, llega más tarde, cuando el invierno ha empezado.
El catarro común se caracteriza por la aparición de tos, mocos y congestión nasal que puede ir acompañada de dolor de cabeza. En este caso, puede aparecer fiebre que si bien en los mayores suele ser poco intensa, en los niños puede ser en ocasiones elevada. En este proceso, la fiebre suele duras entre dos y tres días, aunque los otros síntomas catarrales como las mucosidades nasales o la tos pueden durar más de siete días. Por otro lado, la gripe se caracteriza por una afectación del estado general. Con la gripe lo más aconsejable es hacer reposo entre cinco y siete días, según cada persona.