La voz es el sonido producido por la vibración de las cuerdas vocales. En el caso de los seres humanos, se trata de un valioso instrumento de comunicación, por ello es fundamental tomar conciencia de la necesidad de cuidarla. Según datos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL), en torno a un 5% de la población española sufre algún trastorno de la voz que requiere atención médica. Los especialistas en prestar dicha atención son los otorrinolaringólogos, junto a foniatras y logopedas.
Las disfonías se clasifican en funcionales y orgánicas: "en las primeras no existe una lesión anatómica evidente y en las segundas sí. Un mal uso y abuso vocal puede desencadenar ambas patologías, por ello es importante mantener unas normas básicas para el cuidado de la voz", apunta el Dr. Bartolomé Scola, director de la Unidad de la Voz y Otorrinolaringología de Vithas Internacional.
Los especialistas recomiendan no fumar, evitar los ambientes cargados de humo, polvo y/o gases, limitar la cantidad de tiempo de habla, utilizar un tono e intensidad óptimos, evitar el carraspeo y la tos, así como posturas tensas al hablar, tomar abundantes líquidos y no utilizar el móvil en la calle o en espacios ruidoso.
Ante cualquier disfonía que dure más de dos semanas o se presente de forma recurrente, el Dr. Scola establece la necesidad de consultar con el otorrinolaringólogo. "Las alteraciones de la voz que duran más de 15 días suelen reflejar una alteración estructural en las cuerdas vocales y la mayor alteración estructural son las neoplasias de las cuerdas vocales, cuyo pronóstico está íntimamente relacionados con la precocidad del diagnóstico". Una vez valorado por el especialista, este indicará el tratamiento a seguir: medicación, rehabilitación o cirugía, sin olvidar las medidas preventivas.
Patologías frecuentes de las cuerdas vocales
La patología benigna crónica más frecuente de las cuerdas vocales son los nódulos: "se relacionan con sobresfuerzos vocales y se presentan sobre todo en los profesionales de la voz. Si son de formación reciente se pueden resolver modificando los hábitos vocales y haciendo rehabilitación vocal, pero si son antiguos suelen requerir microcirugía laríngea con posterior rehabilitación para evitar que reaparezcan", explica el Dr. Scola.
La laringitis catarral aguda es la patología benigna aguda más frecuente, ya que la inflamación de las vías respiratorias superiores produce una congestión de la mucosa de las cuerdas que puede provocar hemorragias y otras lesiones. "En este caso se precisa reposo vocal, hidratación y antiinflamatorios".
Los pólipos vocales son también frecuentes, especialmente en varones adultos de edad media, y, de entrada, precisarán tratamiento quirúrgico.
En el caso de los niños en edad escolar, el Dr. Scola señala que la disfonía es habitual porque hablan muy alto: "tratan de imponerse a los demás mediante el volumen vocal. Cuando hacen la muda vocal y la laringe crece suelen desaparecer estos problemas".
Otra patología que suele cursar con disfonía y tos es el reflujo faringolaríngeo, que consiste en el paso de contenido gástrico hacia el esófago con ascenso a la garganta.
"Las estructuras de la faringe y de la laringe son mucho más sensibles a los efectos corrosivos del contenido ácido gástrico, por lo que pequeñas cantidades de reflujo pueden causar un gran daño a la voz". El especialista señala, además, que a menudo el paciente no se da cuenta, ya que no suele notar ardor. De hecho, algunos autores estiman la prevalencia de esta enfermedad en el 50% de los pacientes con síntomas laríngeos, tales como disfonía, tos crónica y sensación de cuerpo extraño faríngeo. En este caso el tratamiento se establece con medidas antirreflujo y medicación inhibidora de la acidez gástrica.