El complejo hospitalario Ruber Juan Bravo ha puesto en marcha la Unidad de Flebología Avanzada perteneciente al Servicio de Cirugía Vascular dirigido por el Dr. Luis Riera del Moral, que dispone tanto de profesionales expertos -los Dres. Andrés Salazar y Álvaro Osorio para el tratamiento de las varices en miembros inferiores y los Dres. Jesús Álvarez y Stefan Stefanov en el caso de las varices pélvicas-, como de la tecnología necesaria para el diagnóstico de imagen mediante equipos de eco-Doppler, angioCT o Resonancia Magnética de alta resolución para completar una valoración precisa e individual, con el objetivo de elegir el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Tal y como explica el Dr. Riera, "dentro del sistema cardiovascular las venas son las estructuras encargadas de conducir el retorno de la sangre que ya ha oxigenado a los tejidos de vuelta al corazón con el objetivo de iniciar un nuevo ciclo. Cuando están afectadas, dicho flujo de retorno puede estar alterado también y provocar que, dependiendo de la localización y del mecanismo patológico, se puedan producir desde leves molestias hasta condiciones clínicas potencialmente graves."
Varices en miembros inferiores.
La insuficiencia venosa de los miembros inferiores posee un amplio rango de manifestaciones clínicas que de menor a mayor gravedad serían: pequeñas dilataciones de vénulas y capilares de la piel (telangiectasias o "arañas vasculares"), varices tronculares (que sobresalen de la piel), aumento de volumen de los tobillos (predominantemente al final del día), oscurecimiento y atrofia de la piel de los tobillos y úlceras en las piernas.
El tratamiento de la enfermedad dependerá del compromiso sintomático que ocasione, siendo importante en primera instancia y en la mayoría de los casos el manejo conservador con el uso de medias elásticas de compresión, hidratación cutánea diaria y revisiones esporádicas en el cirujano vascular.
Las telangiectasias ("arañas vasculares") surgen como consecuencia de la disfunción de las válvulas de las venas. En la mayoría de los casos son congénitas, heredadas y empeoran con el paso de los años. Se pueden beneficiar de un tratamiento con escleroterapia (inyección de microespuma) o láser, con el objetivo de eliminarlas. Se realiza en la consulta y no requiere ingreso hospitalario. En otros casos existe la necesidad y la posibilidad además, de hacer un tratamiento quirúrgico curativo de la insuficiencia, siendo al día de hoy las técnicas más indicadas las termoablativas de las venas insuficientes con láser o con radiofrecuencia, que se realizan bajo régimen de cirugía ambulatoria.
Cuando ya han aparecido úlceras maleolares es importante la cicatrización dirigida con curas supervisadas por personal médico y de enfermería preparados. Actualmente existen además técnicas avanzadas que se pueden aplicar en estos casos como la utilización de Plasma Rico en Plaquetas.
Insuficiencia venosa gonadal (varices pélvicas).
Las varices pélvicas aparecen a causa de una incompetencia del sistema valvular de las venas de la pelvis. Su desarrollo y los síntomas están muy influenciados por el estímulo hormonal, sobre todo relacionado con el ciclo menstrual y con el embarazo, pero no son exclusivas de éstos y pueden aparecer también en el varón (varicocele).
Suelen presentarse como pesadez pélvica en el momento de la menstruación o dolor en el momento de las relaciones sexuales. En algunos casos pueden ser causa de infertilidad.
El tratamiento se realiza con técnica endovascular provocando la exclusión de las varices al embolizarlas con coils. Se realiza en quirófano, con anestesia local y bajo régimen ambulatorio.
Síndromes compresivos pélvicos y abdominales
En ocasiones, las venas de la pelvis o del abdomen pueden estar colapsadas por otras estructuras vasculares, en general arterias que las cruzan. Conforman síndromes específicos de los cuales los más conocidos son el May Thurner y el síndrome del Cascanueces.
El síndrome de May Thurner ocurre por la compresión de la vena iliaca izquierda en el cruce de la arteria ilíaca derecha por encima de ella. Puede producir dolor de la extremidad, edema y en algunos casos incluso la aparición de trombosis venosa profunda ilio-femoral.
El síndrome del Cascanueces ocurre por la compresión de la vena renal izquierda por la pinza arterial de la aorta con la arteria mesentérica, puede producir congestión renal que se puede manifestar como hematuria (sangre por la orina) e incluso puede producir varices pélvicas.
El tratamiento dependerá de los síntomas que produzcan y de si se ha desarrollado o no una trombosis venosa profunda. Consiste en la recanalización por vía endovascular de los territorios ocupados por trombo (en caso de ser necesario) e implantar stents que refuercen los sitios del colapso venoso por la compresión.