Cuando aparece la crisis se puede tomar un analgésico para el dolor y colocar una manta eléctrica en el abdomen para mejorar los síntomas. Tomar mucha agua es útil para ayudar a eliminar la infección.
Aunque la micción sea dolorosa, no es aconsejable retrasarla, pues la retención de la orina favorece la multiplicación de los microorganismos. Si se bebe con frecuencia y se orina también con frecuencia el cuadro se resolverá con más facilidad. Orinar poca cantidad o nada por no haber bebido resultará más doloroso. Después de orinar se puede sumergir la zona en agua templada, lo que calmará el dolor de la micción.
En las mujeres es fundamental que éstas aprendan y tomen medidas higiénicas preventivas desde la infancia para evitar estas infecciones. La limpieza anal siempre se realizará de delante a atrás para evitar la contaminación.
Son malos hábitos beber poca agua y aguantar muchas horas sin orinar, pues estas situaciones favorecen la multiplicación de los microorganismos. Se debe orinar tan pronto se sienta la necesidad y se deben ingerir dos litros de agua al día.