Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) impiden la conversión de la angiotensina I en angiotensina II. Estos fármacos son antihipertensivos eficaces y suelen tolerarse bien.
Las indicaciones principales de los IECA son:
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Insuficiencia cardiaca: los IECA se utilizan en la insuficiencia cardiaca de cualquier grado y suelen combinarse con un diurético. Los suplementos de potasio y los diuréticos ahorradores de potasio se suspenderán antes de introducir el IECA, debido al riesgo de hiperpotasemia.
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Hipertensión: un IECA puede ser el fármaco inicial más idóneo para tratar la hipertensión en los pacientes jóvenes de origen caucásico. Los IECA están indicados en particular frente a la hipertensión en los diabéticos insulinodependientes con nefropatía.
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Nefropatía diabética: los IECA pueden potenciar el efecto hipoglucemiante de la insulina o los antidiabéticos orales; este efecto es más probable en las primeras semanas de tratamiento combinado y entre los pacientes con insuficiencia renal.
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Profilaxis de los problemas cardiovasculares: los IECA se utilizan para el tratamiento precoz y a largo plazo de los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio. El IECA puede desempeñar, además, una función profiláctica de los trastornos cardiovasculares y del ictus en las personas con riesgo debido a una enfermedad coronaria estable.