En el marco de la celebración del Día Mundial del Alzhéimer, los expertos del Departamento de Torrevieja (Alicante) y del Vinalopó (Elche) han destacado la figura del cuidador como principal apoyo para los pacientes con esta patología.
El alzhéimer es la patología neurodegenerativa más frecuente que se caracteriza por la aparición lenta de síntomas que evolucionan a lo largo de los años. La enfermedad se inicia con un progresivo deterioro cognitivo, pérdida de memoria y desorientación temporal espacial.
A medida que avanza la patología, el paciente pierde la fluidez en el lenguaje, tiene dificultades para vestirse y necesita ayuda constante para realizar las actividades básicas cotidianas. En la fase avanzada la capacidad es profunda y no se puede valer por sí solo.
Según explican los expertos, la personalidad del enfermo de alzhéimer experimenta alteraciones irreversibles: dejar de hablar, no reconocer a sus personas queridas e incluso presentar incontinencia urinaria y fecal. Además, suele aumentar la rigidez muscular al tiempo que aparecen otras complicaciones como ansiedad, angustia, agresividad o depresión.
Por ello, la figura del cuidador principal se perfila como el elemento clave que debe apoyar y respaldar a los enfermos que paceden esta dolencia, haciéndolo de una manera constante, con el fin de evitar casos de claudicación o desgaste de los familiares del entorno más próximo al paciente.