No es ningún secreto que las circunstancias sanitarias actuales van a alterar las tradiciones navideñas de todas las casas españolas. Lo más evidente serán las reuniones, que no podrán ser tan numerosas como acostumbran, pero aun así habrá muchos mayores que durante este periodo salgan de las residencias para visitar los hogares familiares y celebrar las fiestas con los suyos, siempre y cuando se cumplan las medidas establecidas de número de personas.
Dadas estas circunstancias, y aunque se respete el número máximo de personas reunidas, todas las precauciones adicionales que hagan que los mayores estén en un entorno más seguro son necesarias. Estas medidas para proporcionar una mayor seguridad serán beneficiosas tanto para las personas mayores como para sus familiares, ya que permitirán reducir al mínimo los riesgos de contagio disfrutarán con más tranquilidad de estas fechas tan señaladas.
Además, no solo hay que tener cuidado con la amenaza más sonada, la del COVID-19, sino que existen otros peligros habituales para los mayores durante estos meses de frío que también se deben tener en cuenta. Los catarros estacionales o la gripe son muy comunes en esta época del año.
Para maximizar la seguridad y prevenir posibles riesgos de contraer alguna de estas enfermedades, Sanitas Mayores ha elaborado un listado de consejos que ayudarán a disfrutar de unas navidades más seguras para los mayores:
- Recibir ayuda siempre de la misma persona. Si la persona mayor necesita ayuda para su movilidad de la residencia al hogar o dentro del propio domicilio, como para ir al servicio o a la cama, se debe asignar a una única persona que será la encargada hacerlo. El contacto físico, en este caso, será inevitable, pero al menos solo será con un único conviviente. Los demás familiares deben evitar cualquier contacto físico con los mayores y mantener la distancia de seguridad de al menos un metro y medio.
- Mantener una temperatura constante. Las personas mayores pueden tener una mayor sensibilidad al frío o al calor, por lo que se deben evitar los cambios bruscos de temperatura, que debilitan el sistema inmunológico. Dentro del hogar, regular la temperatura con un termostato es lo más recomendable.
- Ventilar las estancias. Sin embargo, es necesario ventilar con bastante frecuencia para que se renueve el aire y reducir así la posibilidad de que el virus se quede atrapado en el ambiente. Cuando se ventile una estancia del hogar, se recomienda trasladar a la persona mayor a otra habitación donde las ventanas estén cerradas y donde la temperatura se mantenga estable.
- Asignar objetos y estancias para el mayor. Cada conviviente del hogar deberá usar siempre los mismos utensilios u objetos cotidianos, como vasos, cubiertos o toallas. También se debería asignar el mismo asiento en la mesa o en el salón para cada persona. Después, si las circunstancias del hogar lo permiten, conviene asignar un baño exclusivo para la persona mayor que nadie más usará, y si va a dormir en la casa, tener una habitación donde nadie más entre, salvo para limpiar o acostarle.
- Mascarilla y gel hidroalcohólico. La mascarilla se debe mantener puesta en todo momento, también dentro de casa, tanto para el mayor como para el resto de los familiares. Solo se debería retirar cuando se vaya a comer y beber. Además, la persona mayor deberá tener siempre a mano su propio gel hidroalcohólico, de uso exclusivo.