Estudio Sanitas "Información en los cuidados"

Cuatro de diez familiares de personas dependientes retrasan su ingreso en un centro residencial por el sentimiento de culpa

1 de cada 3 familiares de personas con alzhéimer siente que abandona a su familiar por no ejercer de forma personal el cuidado
Nueve de cada diez familiares reclama una información más fluida y bidireccional con las residencias y sus profesionales puesto que esto contrarresta las emociones negativas de ingresar al familiar
La información sobre el estado de salud, la medicación y la alimentación son los detalles más requeridos
En respuesta a esta necesidad, los familiares de residentes de Sanitas Mayores disponen de una solución digital para conocer el día a día de su familiar

Ingresar a un familiar en una residencia es una decisión difícil que en ocasiones se pospone el máximo tiempo posible y puede generar sentimientos de culpa y abandono. El 62,% de los cuidadores la postergan porque cree que su familiar preferiría continuar en casa, cuatro de cada diez sienten que está abandonando a la persona querida mientras que más de un tercio tiene sentimiento de culpa. Estos son los datos de un estudio realizado por Sanitas Mayores sobre la comunicación entre residentes, familiares y centros.

"Al principio tienes miedo por desconocimiento. Pero mi madre necesitaba cuidados médicos y de enfermería, y estaba cansada de cuidadores en casa que cuando se complican las cosas se van. No sabía lo que era la carga del cuidador hasta que sufrí una depresión y mi hermano y yo tomamos la decisión de ingresar a nuestra madre". Es la historia de Mercedes, su madre padece alzhéimer desde hace diez años y durante los últimos doce meses su deterioro físico ha sido muy fuerte. Su casa no está adaptada y la pérdida de movilidad de María Jesús requiere de cuidados profesionales. "Cuando los cuidados no pueden darse en casa porque casi les estás perjudicando, llega un punto en el casi es fundamental el ingreso", cuenta.

"El ingreso de un familiar es una medida necesaria cuando el cuidador doméstico no puede asumir toda la responsabilidad, se trata de una decisión positiva tanto para el residente como para su entorno, pero es cierto que supone importantes implicaciones emocionales y se suele posponer, en muchos casos, hasta que la situación es insostenible", afirma el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores. "Los detonantes para dar el paso llegan por lo tanto a situaciones ya límite de inestabilidad en la vida familiar o de riesgos para el propio mayor", explica Curto.

Así ocurrió en el caso de Francisco, su madre, Teresa, ingresó en Sanitas Residencial El Palmeral hace un par de años. "Yo vivía con ella y llegó un momento el que la situación se me hacía insostenible física y psicológicamente, era incapaz de cuidarla como se merecía. Ella ha sido una madre ejemplar y merece lo mejor", cuenta Francisco.

"Estoy más tranquila, la información aporta muchísima serenidad"

En Sanitas Residencial Mirasierra vive desde marzo un matrimonio, ambos padecen demencia y su hija tomó la decisión de darles cuidados profesionales. La hija, que prefiere no dar su nombre, afirma que la constante información por parte del centro ha mitigado mucho el sentimiento negativo inicial. "Estoy mucho más tranquila, la información aporta muchísima serenidad", comenta. Según datos del estudio de Sanitas Mayores, más del 97% de los familiares manifiesta la importancia de aumentar la información recibida por parte de las residencias para mitigar la sensación de culpa por cesar el cuidado doméstico.

"Aumentar la comunicación con las familias contribuye al proceso de asumir que el cuidado institucionalizado es necesario tanto para el residente como para el entorno en muchas ocasiones", comenta el doctor David Curto. La información constante y fluida sobre aspectos como la salud, la medicación y la alimentación de los residentes son datos que ayudan a hacer que el cuidador continúe sintiéndose parte del proceso de cuidado aun cuando su ser querido se encuentra en un centro residencial. "Suelo interesarme por la medicación que han tomado, sobre si mi madre ha hecho una actividad, cómo ha pasado el día mi padre, como ambos tienen demencia me importa mucho si han pasado la noche tranquilos y han podido descansar", afirma la familiar.

"Para saber cómo está nos informamos gracias a los profesionales de la residencia y vamos a verla todos los días, pasamos con ella todas las tardes, para nosotros saber cómo está de forma constante es fundamental", afirma Francisco, de Las Palmas. Sin embargo, no todos los familiares pueden realizar visitas tan habituales. Según la encuesta de Sanitas Mayores, un 33,6% de los encuestados manifiesta que, en caso de ingreso, desearía visitar al familiar una vez al día para mantener el compromiso de cuidado, mientras que cuatro de cada diez visitarían al familiar más de una vez a la semana. Las causas principales que impedirían cumplir con esta frecuencia son la falta de tiempo, los problemas de desplazamiento y el estado físico o anímico del mayor.

Solución digital de comunicación pionera en el ámbito residencial

Como respuesta a esta demanda de comunicación constante y fluida con la residencia y sus profesionales, los familiares de residentes de Sanitas Mayores disponen de una solución de comunicación digital a través de sus dispositivos móviles que les permite conocer los detalles del día a día de su ser querido desde la palma de la mano.

"Llamar continuamente entorpece el trabajo de los profesionales, si tienes acceso a la información a través de la aplicación te evitas la llamada", comenta Mercedes. Por su parte, para la hija del matrimonio de Sanitas Residencial Mirasierra se trata de "una muestra de transparencia en el cuidado de mis padres que me da mucha más tranquilidad".

Esta solución se enmarca dentro del proceso de digitalización de la compañía así como en la apuesta de Sanitas Mayores por hacer que los familiares formen parte del cuidado también en el centro residencial con actividades conjuntas con residentes o charlas con los profesionales de los centros.

Tras la buena acogida de la experiencia piloto, Sanitas Mayores ya cuenta con la aplicación activa en todos sus centros de Madrid. Su implantación se extenderá de manera progresiva durante el primer trimestre de 2017 a los 40 centros a nivel nacional.

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