"Las personas mayores y con enfermedades crónicas son las más vulnerables ante la pandemia, tanto por su vulnerabilidad ante la COVID-19, como por las consecuencias de la misma y el déficit de la atención sanitaria. Hay que analizar muy bien qué es lo que ha pasado". Con estas palabras de Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, comenzaba hoy martes, 2 de junio, una nueva edición de los #DesayunosPOP, que en esta ocasión se ha celebrado en formato webinar. Bajo el título "Cronicidad y personas mayores en tiempos de COVID-19", los expertos reunidos por la POP han analizado la situación que han vivido las personas mayores y qué cambios deben producirse para garantizar la adecuada atención a las personas con pluripatologías, desde una perspectiva biopsicosocial y teniendo en cuenta el alto impacto que ha tenido esta crisis sanitaria en este perfil concreto de pacientes.
España presenta uno de los índices más altos de envejecimiento, no sólo de Europa, sino del mundo, situándose actualmente en un 17%. Este envejecimiento poblacional está comportando un importante y progresivo aumento de la morbilidad asociada a procesos crónicos y degenerativos, frecuentemente incapacitantes, que hace que las personas mayores presenten problemas de salud diferentes de los de los adultos jóvenes, problemas que a su vez les hacen más vulnerables al COVID-19.
Para tratar de cerca esta circunstancia concreta en un momento como el actual, el evento ha contado con la participación del presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez; el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, José Augusto García; la coordinadora Grupo del Mayor de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, Mercedes Hernández y la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Carina Escobar. Por su parte, el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa, ha sido el encargado de moderar ese encuentro.
Según la presidenta de la Plataforma de Pacientes, Carina Escobar, desde la POP "nos preocupa especialmente las personas mayores que viven solas y por ello estamos realizando un estudio para medir el impacto que está teniendo la pandemia, y entre otros factores, analizamos el impacto psicológico". En este sentido, ha señalado que "cabe también destacar el esfuerzo que se está realizado desde las farmacias, las organizaciones de pacientes y otras organizaciones para garantizar el suministro de medicamento a estas personas".
A la pregunta sobre qué estamos aprendiendo de la crisis por la COVID-19, los portavoces coincidieron en que se debería invertir considerablemente en sanidad en el futuro y crear un Pacto de Estado con el acuerdo de todos los agentes del sector. Solo así, trabajando en equipo de manera multidisciplinar y aglutinando el conocimiento científico y sanitario, se podrá hacer viable una reconstrucción donde "la gestión de la administración y las entidades de pacientes tienen un papel fundamental".
Según la Encuesta Nacional de Salud (ENS), el 89,5% de las personas con 65 años o más tiene alguna enfermedad o problema de salud crónicos, una cifra que aumenta conforme aumenta la edad, llegando hasta el 96,5% para los mayores de 85 años. En relación a esto, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez, explicó cómo desde su ámbito se ha hecho un seguimiento de los pacientes mayores con patologías que estaban confinados en casa: "tuvimos contacto con ellos por vía telefónica". "Les hicimos las preguntas correspondientes referidas a su enfermedad y nos dimos cuenta de que tenían otras situaciones que a lo mejor ni ellos mismos habían percibido. En los casos en los que pudimos entender que podría haber contagio, lo que hicimos fue ponerlo en conocimiento de los profesionales de atención primaria".
En cuanto a la situación en las residencias de ancianos, Florentino Pérez, ha asegurado que "hemos tenido que atender lo que se ha ido produciendo en los hospitales y no hemos podido atender como deberíamos haberlo hecho los casos de las residencias. Hay que buscar una solución de cara a futuro". Y, para ello, "debemos tener en cuenta que la población está envejeciendo, la cronicidad es un hecho, hay que potenciar las plazas en geriatría, incrementar el presupuesto sanitario para solventar estas cuestiones".
Asimismo, la coordinadora del Grupo del Mayor de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, Mercedes Hernández, ha señalado que "Hemos trabajado con una gran capacidad de cohesión y de manera intensa". Asimismo, ha indicado que "se han creado diversos grupos de trabajo y sin embargo los protocolos que se hacían para unas comunidades no eran útiles para otras, nos hemos encontrado con un sistema nacional muy fragmentado y variable".
Una realidad que impacta directamente en el paciente, pues la pandemia por COVID-19 ha provocado un fuerte impacto económico, social y humano en el Sistema Sanitario. Por este motivo, de cara a futuro, para Hernández el aprendizaje debe ser "trabajar en afrontar de manera más óptima el tratamiento de las enfermedades crónicas". "Debemos seguir fomentando la coordinación y capacidad de cohesión, la flexibilidad de las consultas, la capacidad de liderazgo y potenciando los modelos de atención comunitaria, debemos trabajar mano a mano con equipos de salud pública". Por otro lado, la médica ha asegurado que "hay que trabajar en atención comunitaria, hacer diagnósticos de salud, identificar a través de mapeos y rastreos las vulnerabilidades comunitarias…"
Con respecto a las grandes dificultades que se han identificado en relación a las personas mayores con enfermedad crónica y el confinamiento, el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, José Augusto García, ha señalado que "a mayor vulnerabilidad, mayor afectación durante el confinamiento". Por un lado, ha asegurado que "los mayores sanos, han tenido disminución de su forma física, o carga psicológica importante (…) Los que tenían además más enfermedad crónica han tenido decaimiento de la situación cognitiva, por ejemplo, las personas con demencia han sufrido esto como una auténtica tragedia porque no han podido acudir a sus centros de día y es muy importante para mantener su estado cognitivo". Por último, ha asegurado que "los que están en residencias han sufrido las consecuencias más terribles". De cara a futuro, ha recalcado García, "debemos estar a la altura, no podemos confinar a personas vulnerables durante 3 meses y esperar que se recuperen esporádicamente, hay que ofrecerles servicios de psicología, rehabilitación y tratamientos adaptados a sus necesidades".
En este sentido, todos los presentes han recordado que lo más duro de la crisis sanitaria ha sido, precisamente, para las personas mayores, que no solo recibieron el impacto del coronavirus en su salud, el 86% de las personas fallecidas por la COVID-19 tenía más de 70 años y el 95% tenía, al menos, una enfermedad previa, sino que vivirán ahora el impacto social.
Por todo ello, la presidenta de la POP, Carina Escobar ha apuntado que "el modelo sanitario, tiene que adecuarse a los nuevos retos del siglo XXI, que tiene que gestionar necesidades derivadas de los cambios demográficos, mayor cronicidad y la pandemia. También es importante revisar la gobernanza del SNS para avanzar en un sistema más cohesionado". Según la presidenta de la plataforma se deben llevar a cabo medidas en la desescalada como "aportar información dirigida específicamente a esta población, tener en cuenta que los pacientes vamos a un ritmo diferente, explicarnos cómo podemos acceder a la asistencia sanitaria de manera segura, cómo nos debemos cuidar ya que esta situación viene para quedarse, cómo debemos protegernos de otra manera. Todo esto se tiene que hacer desde salud pública y desde la POP lo hemos pedido muchas veces al Ministerio de Sanidad", ha explicado Escobar.