Estudio Sanitas sobre bienestar emocional durante el confinamiento

El 8% de la población afirma que necesitaría ayuda profesional para gestionar las consecuencias psicológicas del confinamiento por coronavirus

Cuatro de cada diez españoles afirman que el confinamiento ha supuesto un reto emocional muy duro
La preocupación por el bienestar emocional crece entre la población, casi la mitad de los españoles lo considera igual de importante que la salud física

La población española se ha visto afectada a nivel emocional por la situación de confinamiento debida a la crisis sanitaria generada por la COVID-19. Así lo manifiesta un estudio Sanitas sobre bienestar emocional durante el confinamiento. De hecho, el 8% de la población afirma que necesitará la ayuda de un psicólogo para recuperarse de las secuelas provocadas por el confinamiento.

Este estudio analiza la importancia que la población da al cuidado de la salud mental y cómo ha afectado la situación de aislamiento social a su bienestar emocional. Casi la mitad de los encuestados considera que el confinamiento ha sido muy duro a nivel emocional, pero tan solo un 3% afirma haber recurrido a algún profesional para abordar la situación, y un 10% declara arrepentirse por no haber hecho uso de esta ayuda. El estado de alarma ha sido más duro emocionalmente para las mujeres, las personas jóvenes hasta 35 años, y aquellos que han necesitado ayuda psicológica en el pasado.

El estudio también revela que la preocupación por el bienestar emocional ha aumentado en la población. Casi la mitad de los encuestados considera que la salud mental es igual de importante que la física, y dos de cada diez afirman que el bienestar emocional es incluso más importante que el físico. A pesar de ello, los mayores de 50 años continúan siendo el sector de la población más reticente a pedir ayuda psicológica. "Es muy importante recordar que la salud mental es un factor de riesgo de otras enfermedades. Mucha gente descuida su estado de ánimo sin saber que puede afectar al resto de la salud. De hecho, no cuidar la salud mental puede provocar la aparición de otras enfermedades como las cardíacas, gastrointestinales, dermatológicas, etc. Y no solo eso, sino que no cuidar la salud mental también puede afectar a todas las áreas de nuestra vida, como por ejemplo al área profesional, familiar, al ocio o a nuestras relaciones interpersonales", afirma la psicóloga Grecia de Jesús, de Blua de Sanitas.

En este sentido, ocho de cada diez personas creen que la ayuda de un profesional es muy útil para la gestión del estrés y ansiedad, así como para la ayuda en la gestión de enfermedades de uno mismo o un familiar cercano. Sin embargo, seis de cada diez revelan que puede ser de ayuda para tratar temas familiares, como problemas de pareja, el crecimiento de niños o la superación de divorcios, entre otros.

Con respecto a los datos de visitas al psicólogo, en Sanitas y durante el estado de alarma las videoconsultas de psicología se han multiplicado por 13. Mientras que en abril de 2019 se registraban 369 consultas digitales en el mismo mes de este año se superaban las 4.900 videoconsultas. La situación ha generado episodios de estrés y ansiedad derivados del miedo, la preocupación por los familiares y la imposibilidad de visitar a seres queridos. "Durante el estado de alarma las videoconsultas se han visto multiplicadas. Los temas más comunes eran derivados por la situación generada por la COVID-19 y el estado de alarma. Miedo, ansiedad, y preocupación por los familiares eran los temas más recurrentes entre los pacientes", señala de Jesús.

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