"La administración de determinados medicamentos o tratamientos, antibióticos, antiácidos, relajantes musculares, sales de hierro y/o tratamientos de quimioterapia o radioterapia, situaciones de estrés, dietas pobres en fibra y ricas en proteínas, grasas y azúcares simples; cambios en la alimentación , por razones de trabajo o viajes o el proceso propio del envejecimiento son factores que pueden alterar el equilibrio del ecosistema intestinal". He ahí el punto de partida del discurso de Juan Antonio Arévalo Serna, jefe de servicio de Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Bizkaia, ponente de la charla 'Síndrome de Intestino Irritable, mucho más que un dolor de tripas'.
En el caso del síndrome del intestino irritable, el especialista en aparato digestivo recuerda que "se trata de un trastorno funcional digestivo en el que hay un dolor de tripas asociado y determinadas alteraciones como el estreñimiento o la diarrea. Se trata de una de las patologías más frecuentes que se ven en los especialistas digestivos". El Dr. Arévalo puntualiza que, "el síndrome del intestino irritable es un problema que afecta al intestino grueso que puede causar cólicos abdominales, distensión y cambios en los hábitos intestinales. Aun cuando el síndrome del intestino irritable puede causar muchas molestias y afecta a la calidad de vida, no daña de manera grave el intestino".
El síndrome del intestino irritable es un cuadro común. Las mujeres lo sufren el doble más que en los hombres, y es más común en personas menores de 45 años. Más allá de esta radiografía el experto asegura que "es habitual que los pacientes busquen soluciones alternativas por lo que afecta a la calidad de vida de forma errónea. Muchos de ellos", subraya, "piensan que tienen alguna intolerancia y modifican su dieta sin realizar una consulta con el especialista, lo que dificulta el diagnóstico".
En este sentido, el Dr. Arévalo Serna califica como "un error eliminar de la dieta la lactosa o el gluten de motu propio al considerar que existe esa intolerancia. De esta manera se retrasa la identificación del diagnóstico, habida cuenta que el especialista desconoce si en el origen del trastorno existe esa intolerancia, al llegar el paciente con una dieta modificada".
¿Cuáles son, entonces, los consejos que lanza el experto? Juan Antonio Arévalo recurre a los clásicos. "Antes de cualquier modificación de la dieta han de pasar por el especialista. En buena parte de los casos el estrés está en los orígenes, así que el cambio de hábitos de vida es aconsejable. Las pautas de la dieta son las habituales: nada de tabaco ni de alcohol, café con moderación y dieta mediterránea. Es importante obedecer la regla de las cinco comidas al día, considerando que el desayuno es la más importante del día y que la cena ha de ser ligera. Las comidas han de ser tranquilas y lentas, masticando bien los alimentos para facilitar el tránsito".
Advierte el especialista que "aunque los síntomas del Síndrome de Intestino Irritable pueden ser los mismos que los de otros trastornos intestinales como la enfermedad de Crohn, el abordaje de las patologías es muy diferente. En el primer maso existe un trastorno de la funcionalidad y en el caso del Crohn u otras patologías del aparato digestivo existe una disfunción del órgano (fístulas, estenosis, etc.) que requiere un tratamiento que en ocasiones es la antítesis del anterior. De ahí la importancia de contar con la supervisión del especialista".