El servicio de enfermería 24 horas en residencias reduce la derivación hospitalaria un 65% en los pacientes de la unidad de recuperación funcional (URF) y un 67% en los del régimen de atención residencial, según un estudio presentado en el XVII Congreso de Zahartzaroa (la Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología) sobre las residencias de Bizkaia. "La existencia de personal de enfermería 24 horas, en centros sociosanitarios y unidades de larga estancia, permite atender inmediatamente las emergencias sanitarias que puedan surgir y evitar las derivaciones a un servicio de urgencias hospitalarias", explica Naira Fernández, médica especialista en geriatría de Igurco Servicios Sociosanitarios de Grupo IMQ y autora principal del trabajo. Junto a ella, son también coautoras Ismene Arrinda, Irati Sierra-Sesumaga, Ioana Adriana Venter, Izaskun Garay y Gurutze Zalduegi, todas ellas, profesionales de Igurco Orue.
Tal y como destaca la doctora Naiara Fernández, "la minimización de ingresos hospitalarios en personas con enfermedad crónica evolucionada (insuficiencia cardiaca congestiva, EPOC, demencia avanzada…), asegurando la cobertura de sus necesidades clínicas, su plan específico de cuidados y su espiritualidad, es considerada como un indicador de calidad asistencial, por lo que estos datos nos muestran los beneficios que proporciona la atención de enfermería 24 horas en el ámbito sociosanitario".
La investigación se llevó a cabo en el Centro Sociosanitario Igurco Orue a lo largo de 2017 y analizó 356 casos, 215 en la URF y 141 en régimen de atención residencial. Durante el año que tuvo lugar el estudio, se produjeron, en total, 89 intervenciones de enfermería en pacientes URF: un 24% presentaba una infección respiratoria, la mayoría de origen espirativo, un 19% con insuficiencia cardiaca crónica (ICC), un 19% con síndrome confusional agudo (SCA) hipo activo con deshidratación, un 12% por infección del tracto urinario (ITU) y un 8% con sedación paliativa. En la atención residencial, 53 personas precisaron atención: un 40% por infección respiratoria sobre todo de origen espirativo, al igual que en la URF, un 23% por SCA hipo activo con deshidratación, un 15% con insuficiencia cardiaca crónica (ICC), un 9% por gripe y un 9% por sedación paliativa.
De todos los casos mencionados anteriormente, 76 personas, 50 provenientes de la URF, necesitaron ser derivadas al Servicio de Urgencias y, una vez allí, fueron ingresados de media el 82% de los pacientes provenientes de la URF y el 78% de los provenientes de las residencias. Así, en el centro hubo 218 personas susceptibles de derivación hospitalaria debido a su complejidad clínica, pero como destaca el estudio, gracias a la intervención enfermera a través de protocolos médicos estandarizados se consiguen evitar aproximadamente un 70% de derivaciones al hospital.
Metodología
El objetivo del estudio era exponer la importancia de enfermería 24 horas a la hora de minimizar el número de derivaciones e ingresos hospitalarios. "La metodología que hemos seguido ha sido el estudio descriptivo del número de derivaciones hospitalarias evitadas mediante la aplicación de protocolos de uso vía venosa y subcutánea, orientado a la estabilización del paciente, y mantenimiento en el centro, en aras de promover su calidad de vida", explica la especialista de en geriatría de Igurco Servicios Sociosanitarios de Grupo IMQ.
Importancia de las unidades de recuperación funcional
Evitar las derivaciones hospitalarias y los ingresos es una de las funciones que permite el servicio de enfermería 24 horas, pero no es la única, ya que como demuestra Igurco en el estudio '¿Son eficientes las unidades de recuperación funcional de un sociosanitario?' presentado en el 58.º Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, estos servicios de enfermería son esenciales para el correcto funcionamiento de las unidades de rehabilitación funcional para mayores. Estas unidades, que en el estudio de Igurco mostraron que permiten que dos de cada tres mayores regresen al domicilio tras el alta, atienden a pacientes con alguna fractura, que hayan sufrido un ictus o accidente cerebro-vascular y a los mayores que acaban de salir de una convalecencia hospitalaria.