La sección de Toxicomanías de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB) celebra hoy, con la colaboración del departamento de Empleo, Inclusión Social e Igualdad de la Diputación Foral de Bizkaia, a partir de las 18.00 horas, en el Salón Areilza del Colegio de Médicos de Bizkaia una jornada bajo el epígrafe ‘La violencia de género desde una perspectiva social, forense y psiquiátrica'.
En ella intervienen Teresa Laespada, diputada foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad de Bizkaia; Ana Abasolo, médico forense y jefe de servicio de la Clínica Médico Forense (Bilbao); y Margarita Sáenz, médico psiquiatra del Hospital Universitario Cruces y profesora de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
Perspectiva social
"Sufrimos una violencia machista estructural y cultural, que afecta a todas las clases sociales y que se produce en todos los ámbitos y lugares. Frente a esto, es ya hora de que los hombres asuman su necesario papel en la lucha contra esta violencia y también contra la desigualdad. Los hombres deben aceptar que la visibilización de las mujeres obliga a que ellos den dos pasos hacia atrás. Las mujeres deben aparecer en igualdad a los hombres y esa pérdida relativa de peso público de los hombres se verá compensada con creces por su mayor entrada en el ámbito privado y familiar, con una relación más estrecha con los cuidados, con lo emocional, con sus hijas e hijos, así como con sus mayores; sin olvidar que estas nuevas masculinidades amparan una expresión de los sentimientos y una relación con los demás más positiva, sin la coraza del machismo", afirma Teresa Laespada.
Perspectiva forense
Por otra parte, la Dra. Ana Abasolo, incide en que "la violencia es un problema de salud pública y, como tal, hay que hacer un trabajo de investigación multidisciplinar. Los datos de la violencia proceden de encuestas poblacionales, datos policiales y legales. Desde la medicina forense se trabaja de manera multidisciplinar con las personas que han interpuesto una denuncia y, actualmente, el esfuerzo se dirige a impedir que las víctimas sean de nuevo victimizadas o fallezcan". En este sentido, la experta valora el hecho de que "se han desarrollado estrategias de valoración del riesgo de nuevas violencias", si bien admite que "es una labor compleja y sujeta a importantes limitaciones".
Perspectiva psiquiátrica
Además de lo anterior, según destaca Margarita Sáenz Herrero, "la violencia contra las mujeres y la salud mental están íntimamente relacionadas. Por un lado, padecer un trastorno mental grave es un factor de riesgo para padecer violencia de género, problemática que en España se circunscribe a las parejas o exparejas pero que se puede ampliar al ámbito doméstico si se incluyen otros miembros de la familia".
Por otro lado, la experta explica que "están ampliamente recogidos los efectos de la violencia de género sobre la salud mental de las mujeres que la sufren, con una mayor prevalencia de cuadros depresivos, trastornos de ansiedad, trastornos adaptativos, estrés postraumático, así como una mayor prevalencia de trastorno por uso de sustancias, trastorno de conducta alimentaria y alcoholismo".
Para la médico, "se pasa por alto la mayor vulnerabilidad de las mujeres diagnosticadas de un trastorno mental grave para padecer violencia de género. A pesar de que en las guías clínicas se pronuncian sobre el papel que debieran desempeñar los profesionales de salud mental en identificar la violencia contra las mujeres y en responder de manera apropiada, persiste una pobre identificación de casos. Pareciera que la violencia de género y los trastornos mentales estuvieran en campos separados para la salud pública, cuando en realidad viven en una misma realidad social. Olvidar esto es un factor de confusión y da como resultado el que no se esté realizando en ocasiones una buena praxis clínica".
Tal y como indica la psiquiatra, la falta de detección de casos de violencia de género "no deja de ser un reflejo de la falta de igualdad de nuestra sociedad, donde la inequidad social se refleja en la salud mental. El problema no es sólo asistencial, sino de medios y recursos disponibles".
Denuncia igualmente que "hay poca investigación sobre cómo mejorar la identificación y el tratamiento de las víctimas y perpetradores en relación con la salud mental". Los servicios psiquiátricos "pueden jugar un papel relevante en la prevención primaria y secundaria en la violencia contra las mujeres. Nos encontramos ante un desafío clínico de gran envergadura ya que la violencia de género aparece desligada de la salud mental y una valoración específica no se contempla como necesaria".
El doble de riesgo en personas con problemas de salud mental
La jornada cuenta con la moderación de Ana González-Pinto, médico psiquiatra, profesora de la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU y presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica. Tal y como adelanta, "es destacable, por un lado, el impacto que la violencia de género tiene en la salud mental, y muy especialmente el riesgo de violencia en personas enfermas con trastornos mentales, ya que, aproximadamente, duplican el riesgo".
Asimismo, "la normalización de la enfermedad mental, la información sobre sus síntomas y la aceptación de aquélla por parte de toda la sociedad, ayudará a que disminuya la violencia".
La primera de este tipo
La jornada es la primera de esta temática que se organiza desde la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao. Javier Ogando, médico psiquiatra y presidente de la sección de Toxicomanías de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao recuerda que la violencia de género constituye "un gravísimo problema social y moral que genera de forma intermitente y repetitiva una gran alarma social creciente pero, al mismo tiempo, una sensación de acostumbramiento e inevitabilidad".
Los profesionales que en su trabajo habitual estudian y tratan sobre las emociones y conductas humanas, sus condicionantes y consecuencias "podrían aportar desde sus conocimientos y prácticas claves más amplias, objetivas y científicas para entender, prevenir y evitar en la vida diaria este relevante problema".
El psiquiatra concluye apuntando que "parece observarse una alta prevalencia de problemas de violencia de género y problemáticas psicológicas y/o de consumos de substancias de abuso tanto en agresores como en víctimas".