La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) promovió en 2014 la constitución del "Día del Cuidador", con el fin de reconocer la labor de todas aquellas personas que se dedican, de una manera profesional o como apoyo familiar, al cuidado de las personas dependientes, muchas de ellas, personas mayores. En este sentido, la oferta privada de plazas en centros de día para personas mayores se está convirtiendo en una solución emergente para aliviar la carga de los cuidadores y ayudar a prevenir la aparición del conocido como ‘síndrome del cuidador'.
"Las estancias en los centros de día pueden ser a largo plazo o, por otro lado, temporales o de respiro. Todas ellas proporcionan seguridad y tranquilidad tanto a la persona mayor como al cuidador", explica Eneritz Elgezua, neuropsicóloga y directora de los centros de día de Igurco Servicios Sociosanitarios de Grupo IMQ.
En este sentido, atento a esta realidad, Igurco ha anunciado la puesta a disposición de plazas libres de atención diurna dirigidas a personas de 60 años o más, se encuentren o no en situación de dependencia, en sus centros de día en Aiboa (Getxo), Estartetxe (Leioa), Galdakao, Ondarroa, Otxarkoaga (Bilbao), San Adrián (Bilbao) y Ugao-Miraballes. Este tipo de centros "permite la permanencia de la persona mayor en su entorno vital habitual, manteniendo fácilmente la relación con su familia y amigos", explica Eneritz Elgezua.
El ‘síndrome del cuidador' "se da principalmente en cuidadores que se ocupan de mayores dependientes y puede tener consecuencias físicas (cefaleas, lumbalgias, problemas gastrointestinales e hipertensión), psicológicas (ansiedad, depresión y baja autoestima) y relacionales (pérdida del contacto con familiares y amigos)".
Centros de día
Los centros de día de Igurco proporcionan una atención sociosanitaria "basada en la ciencia y orientada a la excelencia". Esta atención es proporcionada por un equipo multidisciplinar de profesionales "altamente especializados", compuesto por médicos geriatras, enfermeros, psicólogos, neuropsicólogos, fisioterapeutas, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, auxiliares de enfermería y animadores socioculturales.
"En los centros de día ofrecemos servicios personalizados a la carta, pudiendo disfrutar de los mismos de lunes a viernes, por meses, semanas o días determinados. Y también se puede optar entre la asistencia a jornada completa (8 horas) o media jornada (4 horas), con transporte o sin transporte", explica la neuropsicóloga.
Las estancias en los centros de día las pueden disfrutar "personas que viven de manera autónoma, personas con problemas físicos o con escaso apoyo familiar, personas con algún tipo de deterioro cognitivo o de movilidad, personas mayores que acaban de sufrir una convalecencia que ha derivado en fragilidad, etcétera".
Además de servicios básicos como la alimentación (desayuno, comida y merienda), "basándonos en planes de atención individualizados realizados por nuestro equipo multidisciplinar, ofrecemos servicios más especializados adaptados a las necesidades de cada persona, para proporcionar el mayor nivel posible de autonomía y calidad de vida de las personas mayores, favoreciendo el enlentecimiento del deterioro cognitivo, o en otros casos, como elemento preventivo".
Los centros de día de Igurco cuentan con programas de estimulación cognitiva, programas de intervención funcional, programas de rehabilitación física y fisioterapia, mantenimiento y mejora de la capacidad funcional para las actividades de la vida diaria, actividades lúdicas e intergeneracionales, programas de intervención familiar, control de la medicación, etc.
Desde el punto de vista terapéutico, "los centros de día realizan valoraciones geriátricas integrales: un equipo multidisciplinar de profesionales, liderado por un médico especialista en geriatría, realiza diversas pruebas y establece un diagnóstico cuádruple que permite detectar problemas médicos, psicológicos y de movilidad del mayor; identificar áreas de mejora; y diseñar un plan de cuidados con recomendaciones para mejorar o mantener su autonomía y calidad de vida. Con los resultados de la valoración geriátrica integral se pueden poner en marcha programas específicos para cada usuario, según sus necesidades", puntualiza Eneritz Elgezua.