Las Unidades Móviles de Cribado han ayudado a detectar cientos de casos de hepatitis C

En el año 2019 se puso en marcha la Unidad Móvil de Cribado (UMC) con el objetivo principal de facilitar el acceso al diagnóstico de enfermedades infecciosas, incluyendo el virus de la hepatitis C (VHC), el VIH, y el virus de la hepatitis B (VHB). Desde su puesta en marcha, esta UMC ha ampliado progresivamente su alcance, comenzando en Madrid y extendiéndose a otras regiones de España, incluyendo Galicia, Asturias, Castilla y León, Valencia, Andalucía, y Castilla-La Mancha. Esto ha permitido acerar el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C a colectivos vulnerables y con difícil acceso al sistema sanitario de gran parte del territorio nacional.

Como explica el doctor Pablo Ryan, infectólogo del Hospital Infanta Leonor de Madrid y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, "la UMC ha cribado a miles de personas, identificando a cientos con infección activa por hepatitis C que no habían buscado atención médica previamente. A estas personas con infección activa se les ha podido ofrecer derivación y acompañamiento durante el tratamiento". La UMC ha enfocado sus esfuerzos en poblaciones vulnerables, incluyendo usuarios de drogas, migrantes y personas sin hogar. "Este enfoque ha permitido identificar y tratar a individuos que de otra manera podrían haber permanecido sin diagnóstico y tratamiento", asegura el doctor Ryan.

La misión de la UMC es proporcionar un medio eficaz y accesible para detectar precozmente enfermedades infecciosas en poblaciones de difícil alcance o vulnerables. Esto permite un tratamiento temprano, así como evitar la pérdida de pacientes, y contribuye significativamente a reducir la transmisión comunitaria de estas patologías. Además, las UMC desempeñan un rol crucial en la identificación de áreas, especialmente en grandes urbes, donde se concentran personas con alta prevalencia de estas infecciones y que tienen dificultades para acceder al sistema sanitario convencional.

Cribado en poblaciones vulnerables

En España, con la llegada de los antivirales para la hepatitis C, se realizaron grandes esfuerzos para tratar a todos aquellos pacientes que estaban esperando este tratamiento. Sin embargo, el perfil de las personas afectadas por la hepatitis C ha cambiado con el tiempo. "Actualmente, es crucial enfocarse más en la búsqueda activa de individuos que tienen hepatitis C y aún no lo saben, así como de aquellos que, a pesar de estar diagnosticados, no pueden acceder al tratamiento debido a diversas barreras, como los usuarios de drogas inyectables, personas sin hogar, o aquellos en entornos de privación de libertad, donde el acceso al sistema de salud puede ser limitado o inexistente", explica el doctor.

En este contexto, las Unidades Móviles de Cribado representan una herramienta esencial en la lucha contra el infradiagnóstico de la hepatitis C. "Estas unidades buscan y se acercan a estas poblaciones, realizando intervenciones sin prejuicios y de baja exigencia. Su equipo, compuesto por profesionales experimentados, acompaña al usuario durante todo el proceso, enfatizando la empatía y la confianza, que son fundamentales tanto para la curación como para la educación en prevención y reducción de daños. Además, llevan a cabo un enfoque socio-sanitario integral, conectando a los usuarios con redes de salud mental, adicciones y sanitarias".

Como explica el especialista, lo que distingue a las UMCs es su capacidad para realizar pruebas de PCR en la calle, utilizando tecnología avanzada que permite diagnosticar infecciones activas, y añade que, "esto es crucial para identificar rápidamente a aquellos pacientes que necesitan ser derivados a un hospital para tratamiento".

Todavía existen grandes barreras para alcanzar los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluyendo la falta de acceso al diagnóstico y al tratamiento de la hepatitis C, así como el manejo de las reinfecciones. "Ahora es más importante que nunca mantener el impulso y desplegar todas las herramientas que han demostrado ser para diagnosticar y tratar a la mayor cantidad de personas posible. La Unidad Móvil de Cribado es una forma ideal y muy necesaria para alcanzar los objetivos de la OMS. Sin estrategias como las unidades móviles, España corre el riesgo de quedarse atrás en la lucha contra la hepatitis C. Estas unidades no solo son una herramienta para el diagnóstico y tratamiento, sino también un puente crucial para superar las desigualdades en el acceso a la atención sanitaria y lograr una cobertura más integral y equitativa en el cuidado de la salud", asegura.

Por este motivo, Ryan indica que "las UMC han demostrado ser una herramienta efectiva y necesaria en el abordaje de la hepatitis C, especialmente en poblaciones marginales, ayudando a España a avanzar hacia los objetivos establecidos por la OMS". Por este motivo, asegura que, "es necesario y urgente que las instituciones públicas, incluyendo consejerías y ayuntamientos, financien las Unidades Móviles de Cribado para asegurar su autonomía y alineación con los objetivos de salud pública. La dependencia actual de fondos privados limita su capacidad para servir efectivamente a las poblaciones vulnerables. Una inversión pública robusta garantizará un acceso más amplio y equitativo a los servicios de salud, esencial para el bienestar de nuestra comunidad", concluye.

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