Los casos de gripe podrían disminuir este invierno si seguimos las medidas de higiene establecidas durante la pandemia

Los niños son los que más sufren la epidemia de la gripe y son los principales transmisores de la enfermedad al resto de edades

Con la llegada del frío, los virus respiratorios aumentan entre la población, sobre todo la infantil. Las medidas de higiene establecidas durante la pandemia no solo son eficaces para disminuir la circulación del SARS-CoV-2, sino que, además, podrían ayudar al descenso de los casos de gripe este invierno, según explican expertos del Hospital Vithas Xanit Internacional.

Por otro lado, ante el escenario actual de pandemia, "resulta prioritario el suministro de vacunas para los grupos de riesgo, aunque el resto de recomendaciones como el número de dosis, no tienen por qué modificarse este año", afirma el Dr. Antonio Conejo, coordinador del servicio de pediatría del mencinado hospital, quien añade además que, "los pediatras recomendamos la vacunación en niños con secuelas respiratorias o neurológicas por la COVID-19, circunstancia que no estaba presente en años anteriores y que se extiende además para secuelas de otras infecciones o enfermedades".

El virus de la gripe tiene especial relevancia por su elevada frecuencia, por el gran impacto en la salud de los que la padecen y sus familias y sus posibles complicaciones. "La gripe puede afectar a todo el mundo, aunque mayoritariamente contagia a los niños menores de 14 años. Esto hace que la población pediátrica sea la que más sufre la epidemia de gripe y, además, la principal transmisora de la enfermedad al resto de edades", señala el pediatra, quien aclara que, "la mayoría de los casos graves suceden en personas mayores de 65 años o con algunos factores de riesgo como enfermedades pulmonares, cardiacas, diabetes o tabaquismo, entre otras."

"El virus de la gripe tiene una gran capacidad de mutar, infecta fundamentalmente la vía respiratoria y se transmite de persona a persona a través del aire (tos, estornudos…), las manos y otros objetos que hayan sido contaminados con el virus por contacto, como son los pomos de puertas, barandillas, juguetes, etc.", recalca el especialista. Por ello, "aunque la medida aislada más eficaz para evitar los casos graves es la vacuna antigripal anual, debemos extremar las medidas de higiene para evitar el contagio".

¿Cómo diferenciar los síntomas de gripe, catarro y COVID-19 en niños?

Aunque no es posible diferenciar por los síntomas una infección de otra, existen diferencias entre la sintomatología de los tres virus, explica el especialista. En general, "el síntoma principal de la gripe es la fiebre elevada (más de 39º C) de inicio generalmente brusco, que se suele acompañar de dolores musculares, de garganta y de cabeza. Este cuadro genera gran malestar general y el niño suele estar muy decaído, sin apetito ni ganas de jugar. Además, se puede acompañar de tos, mucosidad, congestión nasal y estornudos, aunque son algo menos frecuentes", explica el Dr. Conejo. Sin embargo, conviene consultar al pediatra "si la fiebre es muy elevada y persistente, el niño está muy irritable o adormilado, si tiene mal aspecto o dificultad para respirar y si aparece una erupción en la piel del pequeño".

Por otro lado, "en el catarro se dan síntomas más leves, de inicio más progresivo, con fiebre generalmente más baja y con predominio de la congestión y la mucosidad".

"Los síntomas de la COVID-19 en niños pueden ser superponibles a los de cualquiera de los dos cuadros anteriores, aunque hay predominio de la fiebre alta de inicio progresivo, la odinofagia, los síntomas gastrointestinales y, en casos graves muy raros en niños, la dificultad para respirar. Hay otros síntomas más específicos relacionados con la COVID-19 como la falta de olfato y gusto, aunque esto exige que el niño tenga la edad suficiente para reconocer estos síntomas".

"La única forma de confirmar que se trata o no de una infección por SARS-CoV-2 es que el niño se realice alguna prueba microbiológica. Los más usados son la PCR y, desde hace poco, los test antigénicos rápidos. Las pruebas serológicas en sangre pueden ser de utilidad en algunos casos, sobre todo cuando la infección lleva ya muchos días activa o está ya superada".

Por otra parte, el test rápido de detección de antígenos permite localizar una proteína del virus, lo que proporciona una respuesta "" o "no" sobre la posible presencia del patógeno en la muestra obtenida. Conocer los resultados de esta prueba en pocos minutos permite detectar con mayor rapidez la presencia del virus y así, adelantar el protocolo de aislamiento y tratamiento para evitar su propagación.

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