Las infecciones de orina o cistitis son frecuentemente producidas por bacterias (en el 80 % de los casos son debidas a la bacteria Escherichia coli) y son más habituales en las mujeres, debido a que el menor tamaño de la uretra femenina (4 centímetros por los 20 centímetros de los hombres) provoca que las bacterias puedan ascender con más facilidad hasta la vejiga. Se estima que entre un 40 % y un 50 % de las mujeres sufren al menos un episodio de cistitis durante su vida.
Los casos de cistitis en las mujeres se incrementan notablemente durante el verano. "En la época estival es frecuente que al acudir a la playa o la piscina se mantengan los bañadores mojados por periodos largos de tiempo. La humedad de la ropa íntima, junto con el calor, favorecen el crecimiento de las bacterias, responsables últimas de este incremento de infecciones de orina en verano", explica Raquel Prieto Sánchez, vocal y miembro del Comité de Pacientes y Ciudadanía de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP).
En ese sentido, para prevenir estos casos, la experta recuerda la importancia de mantener la ropa interior y el bañador seco. "Además, para evitar las infecciones de orina en las mujeres es muy importante recordar que debemos limpiarnos desde la vagina hacia el ano y no al revés, beber suficiente agua y orinar con frecuencia, cada dos o tres horas, y siempre después de mantener relaciones sexuales, ya que son otra causa relevante de infecciones de orina en la mujer durante todo el año", aconseja Prieto, que recuerda que el uso de espermicidas también puede aumentar el riesgo de infecciones, "por lo que deben evitarse"; y que también es recomendable cambiarse los tampones y compresas con frecuencia.
Cuándo acudir al médico
Como explica la farmacéutica, los síntomas más habituales que presentan las pacientes con infección de orina son la sensación de dolor o escozor al orinar, la micción frecuentemente y en poca cantidad, la presencia de orina con olor fuerte y color oscuro, o las molestias en la parte baja del vientre.
"La mayoría de las cistitis en una mujer sana no son graves, pero siempre que se tengan los síntomas previamente comentados es conveniente consultar con un médico. Esa consulta deber ser urgente si estos síntomas se acompañan, además, de fiebre y de dolor en la espalda baja o los riñones, ya que si la infección alcanza los riñones se convierte en una infección grave que se denomina pielonefritis, y necesitará de un tratamiento específico con antibiótico", subraya la experta, que destaca que también hay que acudir al médico con urgencia en caso de que los síntomas de infección de orina se produzcan en mujeres embarazadas, en pacientes muy mayores o en hombres.
Para el abordaje de la cistitis, destaca la conveniencia de beber por lo menos un litro y medio de agua al día "para favorecer la eliminación de las bacterias" y recuerda que no todas las infecciones de orina necesitan un tratamiento con antibióticos, sino que debe ser el médico quien tome la decisión. "En todo caso, si se inicia un tratamiento con antibiótico, una cosa importante a tener en cuenta es que la mejoría no es inmediata, los síntomas pueden tardar de dos a tres días en desaparecer desde la primera toma de antibiótico", explica Prieto, que hace un llamamiento por último a hacer buen uso de los antibióticos para evitar que aparezcan resistencias y que disminuya la eficacia de los mismos. "Si hay que iniciar un tratamiento con antibiótico, es importante tomarlo tal y como indique el médico y cumplir con la duración del tratamiento", concluye.