El golpe de calor se produce cuando la temperatura del cuerpo llega a los 40 ºC, cuatro grados más que la temperatura normal del organismo. Los mecanismos que usa el organismo, como la respiración, el sudor y la circulación, en dicha temperatura, dejan de funcionar, lo que supone una gran pérdida de líquidos y peligro para el estado de salud.
Los expertos recomiendan que durante los días de mucho calor se beba mucha agua
Los principales síntomas de un golpe de calor son: mareos, confusión mental y desorientación, enrojecimiento y sequedad en la piel. Además, la temperatura del cuerpo puede llegar incluso a los 41 ºC. Esto también provoca un arritmia cardiaca y dolor de cabeza, incluso inconsciencia. Los síntomas más graves son las convulsiones, los vómitos y los problemas de respiración.
Ante esta problemática, los expertos recomiendan que durante los días de mucho calor se beba mucha agua aunque no se tenga sed, protegerse de la exposición directa al sol y evitar realizar ejercicio en las horas de más calor. Además, aconsejan permanecer en lugares frescos, llevar ropa ligera, usar gorra y gafas de sol y protegerse con crema solar.
Según los datos del Ministerio de Sanidad, durante las olas de calor, aumenta un 25% la probabilidad de fallecer. En las personas mayores de 75 años esta probabilidad aumenta, llegando incluso a aumentar un 20% por cada grado de temperatura máxima que supere los 36 grados y medio.