Concluye Movember: la salud masculina, peor que nunca

Los urólogos advierten de un descenso cercano al 50% en el diagnóstico del cáncer de próstata

No es que haya menos cánceres de próstata, testículos o riñones, con la COVID-19, es que se está retrasando su diagnóstico

Movember (una contracción de los términos ‘moustache' y ‘november'), el mes de sensibilización sobre la salud masculina que, cada año, se simboliza entre los varones dejándose crecer un mostacho, deja un balance negativo, relacionado con la actual pandemia de COVID-19. Tal y como destaca el doctor José Gregorio Pereira, especialista de Urología Clínica de IMQ Zorrotzaurre, "un reciente estudio llevado a cabo en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ha puesto de relieve que el diagnóstico del cáncer de próstata ha caído un 48,6% en los primeros seis meses de esta pandemia, comparados con el mismo periodo del año pasado. En España, aunque todavía no se dispone de los datos oficiales, en las consultas de Urología de todo el país estamos constando una situación similar".

"¿Dónde está todo el mundo? La COVID-19 no cura los cánceres", continua el experto, "los varones han de seguir yendo a su médico de cabecera porque hemos constatado que la atención primaria (debido a la saturación por la pandemia) ha dejado de remitir un importante porcentaje de pacientes a las consultas de Urología, prácticamente la mitad que antes".

La situación actual "no es porque la enfermedad haya desaparecido, evidentemente, es porque el acceso que han tenido los pacientes al sistema sanitario, en este caso, a su médico de cabera, ha sido fundamentalmente telefónico y, además, porque han ido posponiendo sus análisis por miedo a un contagio del coronavirus. Por estos motivos, se ha reducido el número de análisis realizados, incluyendo el del PSA (antígeno prostático específico). De este modo, estos PSA no se han detectado, ni los pacientes han sido remitidos a las consultas de Urología. Estamos hablando de que posiblemente unos 15.000 varones españoles con cáncer de próstata lo tienen ya y no lo saben, ya que la incidencia anual es de cerca de 32.000 casos nuevos anuales".

El problema para el especialista "es que los casos que estamos diagnosticando ahora son, en su mayor parte, cánceres en un estadio más avanzado, por lo que los diagnósticos de la enfermedad, al ser más tardíos, a priori, tienen un peor pronóstico y menos posibilidades de recuperación".

Sigue siendo necesario para el Dr. Pereira "un reconocimiento anual a partir de los 50 años o a partir de los 45 si hay antecedentes familiares. A través de algo tan sencillo como una analítica y valorando algo tan común en los análisis como el PSA, se puede detectar este tumor por parte de los especialistas. Merece la pena recordar que este cáncer en sus fases tempranas, que es cuando mayor probabilidad de curación tiene, no suele dar síntomas distintos a los de la hiperplasia benigna de próstata, por lo que los chequeos siguen siendo la herramienta más fácil, barata y eficaz de detectar un cáncer de próstata".

Cáncer de testículos

Toda esta pandemia ha retrasado el diagnóstico de enfermedades oncológicas que anteriormente eran vistas por los especialistas en un estadio más precoz, dado que había una mayor rutina en los controles.

"Cuando un paciente nota algo extraño (nódulo, cambio de consistencia y/o dolor) en su zona testicular, es necesario la exploración por parte de un especialista, de manera presencial, así como la realización de una ecografía testicular. Aunque el tumor testicular es menos común que el de próstata y que se da en una franja de población más joven, entre los 15 y los 30 años, durante la pandemia la posibilidad de exploración presencial por parte de un especialista apenas ha estado presente. Esto, unido al reparo o vergüenza a consultarlo que algunos jóvenes siguen evidenciando ante este problema de salud, y la poca conciencia que existe entre los jóvenes con respecto a la autoexploración de la zona testicular, está contribuyendo igualmente al retraso en el diagnóstico de este cáncer", destaca el urólogo.

Cáncer de riñones

En lo relativo a los tumores renales: "cuando en una ecografía, por otro motivo, se identifica un cáncer asintomático de pequeño tamaño en el riñón, éste es potencialmente más fácil de extirpar conservando el propio órgano. Ahora, los pacientes acuden a nuestras consultas porque refieren sangre en la orina y esto suele asociarse a tumores de mayor tamaño, donde la probabilidad de extirparlo y conservar el riñón es menor, precisando de la exéresis de la unidad renal al completo. Una vez más, se constata la necesidad de mantener los chequeos, en aras a un mejor manejo de los distintos tipos de cánceres, a pesar de la pandemia", concluye.

El movimiento Movember se ocupa también de otros problemas de salud no urológicos, como la depresión masculina y la inactividad física.

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