Más del 20% de los españoles tiene miedo de ir al dentista debido a la COVID-19

Dos de cada diez españoles también declaran sentir miedo al dentista con independencia de la COVID-19

Aunque para muchos el miedo al dentista no es más que una suerte de mito o creencia popular ya superada, este temor no sólo sigue muy presente en la población, sino que se ha visto acrecentado con la llegada de la pandemia. Así, un 23% de los españoles declara no haber acudido al dentista tras el confinamiento por miedo a un posible contagio de COVID-19. Este es uno de los datos extraídos de una encuesta realizada a nivel nacional por el grupo especializado en salud dental Vitaldent para su campaña ‘Pierde el Miedo', con el objetivo de averiguar las razones por las que la población teme acudir a la consulta dental y combatirlas para que cuide su salud bucodental con tranquilidad.

En este sentido, entre los encuestados que no acuden al dentista por temor a un posible contagio, principalmente personas de entre 25 y 54 años con estudios superiores, el estudio revela que las principales razones son la desconfianza en los protocolos de limpieza y desinfección (57%) y la proximidad doctor-paciente durante los tratamientos (52%). En cuanto a la parte de la visita que más inquietud les producía destacan los tratamientos realizados en el gabinete del dentista (62,75%), seguidos de la sala de espera (31,08%) y, en menor medida, la recepción (6,18%).

Sin embargo, entre los encuestados que aseguran haber acudido al dentista tras el confinamiento (27%), tan sólo el 18% declara haber tenido miedo por riesgo de contagio durante la visita por no sentirse suficientemente protegido, principalmente durante los tratamientos realizados en el gabinete del dentista (46%). En este caso, de nuevo destacan la desconfianza en los protocolos de limpieza y desinfección (60%) y la proximidad doctor-paciente durante los tratamientos (46%) como principales causas, seguidas de la falta de equipos de protección individual (EPI) (23%).

En este sentido, Gustavo Camañas, Coordinador de Odontología General de la compañía, ha transmitido un mensaje de tranquilidad a la población: "Somos conscientes de la importancia que, ahora más que nunca, tiene garantizar la máxima seguridad y protección de pacientes y equipos de clínica. Por eso, si los protocolos de seguridad e higiene con los que siempre hemos trabajado ya eran exigentes antes de esta pandemia para garantizar la seguridad ante otro tipo de enfermedades infecciosas, la COVID-19 ha hecho que los reforcemos aún más en nuestras clínicas tanto a través de los EPIs, como con aquellas barreras o elementos físicos y ambientales que minimicen el riesgo de contagio y garanticen la seguridad de todos". Añadiendo también que "en una época en la que cuidar de nuestra salud es más importante que nunca, debemos recordar que acudir a la consulta dental es un aspecto clave a la hora de prevenir enfermedades bucales que pueden llegar a derivar en otras más graves. Y es que, numerosos expertos señalan que existe una estrecha vinculación entre salud bucodental y salud general".

No sólo miedo al contagio: el dolor y las agujas, los mayores temores en el dentista

Más allá del temor a la COVID-19, el 20% de los españoles encuestados aseguran tener miedo a ir al dentista, principalmente por el dolor que les produce (87%), teniendo también miedo a las agujas (71%), la incomodidad (69%), las facturas económicas (69%), las infecciones (58%) y la anestesia (54%). En cuanto a los tratamientos más temidos por los españoles, destaca la implantología y las prótesis dentales (40%), seguidas de las endodoncias (28%). Y, en menor medida, también temen las limpiezas bucales (14%), la ortodoncia (13%) y la periodoncia (8%).

Por otro lado, el 32% asegura sentir nerviosismo o inquietud cuando acuden al dentista, siendo de nuevo el dolor lo que más nerviosismo les produce (85%), mientras que el 16% afirma que la sala de espera del dentista les produce temor o tensión. De éstos, 3 de cada 4 afirman que se debe principalmente al olor de productos de higiene característico de las clínicas, mientras que 8 de cada 10 aseguran que les incomoda escuchar de fondo el ruido de aspiradores y otros materiales cuando están en la sala de espera.

Una vez fuera de la consulta dental, el miedo tampoco desaparece del todo. En este sentido, en torno al 20% de los encuestados afirman sentir nerviosismo (22%) o tener miedo a la evolución del tratamiento en casa (20%). Esto se debe, principalmente, a la preocupación por que no haya salido bien el tratamiento o la intervención (92,56% en el caso de aquellos pacientes que sienten nerviosismo, y 87,69% en aquellos que sienten miedo), sentir dolor (89,92%, 86,47%), que sea necesario retocar algo (89,92%, 79,48%) y tener que realizar pagos adicionales (70,91%, 69,15%).

La información, clave para combatir el miedo

El 75% de los encuestados aseguran que sienten miedo, declaran que les reconfortaría recibir más información por parte del doctor, higienista o auxiliar sobre el tratamiento o el nivel de dolor o molestia que van a experimentar, aumentando este porcentaje hasta el 85% entre los encuestados que declaran sentir inquietud o nerviosismo en la sala del dentista, indicando también que les gustaría recibir más información y tranquilidad por parte del doctor o auxiliares.

En este sentido, Camañas indica que "este miedo al dentista puede provocar nerviosismo, ansiedad e incluso llegar a ser la causa de que el paciente retrase o cancele su cita con el especialista, descuidando su salud bucodental". Añadiendo que "explicar de forma clara y paciente el diagnóstico y el tratamiento propuesto tras el mismo es fundamental para tranquilizar al paciente y mitigar todos esos miedos que pueden surgir durante su visita".

Además de la información sobre el tratamiento y su desarrollo, aproximadamente un tercio de los encuestados afirman que se sentirían con menor miedo o estarían más tranquilos para ir a la clínica si en ella implantasen música relajante (32%) o les pusieran sedación consciente antes del tratamiento (31%). En menor medida indican que se sentirían más tranquilos con gafas de realidad virtual (13%), intensificar aromas en la clínica (11%), y que los uniformes del equipo médico sean más informales (4%). 

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