"Proteger a los jóvenes de la manipulación de la industria y evitar que consuman tabaco y nicotina" es el lema escogido para la celebración de este año del Día Mundial Sin Tabaco 2020, que se celebra este domingo 31 de mayo, tal y como han puesto de manifiesto durante una rueda de prensa organizada por el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) en la que también se ha abordado la relación de los fumadores y la COVID-19.
En este encuentro telemático con los medios han participado el Dr. Serafín Romero, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), el Dr. Andrés Zamorano, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), la Dra. Mª Rosa Arroyo, vicesecretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Dr. Agustín Montes, profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Pública de la USC y miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y Ana Fernández Marcos, directora de Relaciones Institucionales e Incidencia de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Cada año el tabaco mata en el mundo a 8 millones de personas (700.000 en Europa y 52.000 en España). El 50% de los fumadores fallece prematuramente por alguna causa relacionada con el tabaco.
La industria tabacalera intenta atraer a las nuevas generaciones para que consuman sus productos de tabaco y nicotina. Para dicho fin, utiliza la publicidad, promoción y patrocinio que dirige con más frecuencia a poblaciones vulnerables en mercados emergentes como son África, Asia y Medio Oriente, donde las leyes no protegen adecuadamente a la población de los efectos del tabaquismo y la nicotina.
Cada 31 de Mayo, la OMS y sus asociados celebran el Día Mundial Sin Tabaco (DMST) con un lema diferente. El de este año es "PROTEGER A LOS JÓVENES DE LA MANIPULACIÓN DE LA INDUSTRIA Y EVITAR QUE CONSUMAN TABACO Y NICOTINA":
Dice textualmente: "Pero seguimos escuchando el mismo cuento de siempre, aunque pueda parecer distinto, incluso pretenden hacernos creer que ofrecen alternativas más saludables. Utilizan estrategias ocultas con fines oscuros. Cada año se crean 8 millones de huecos en su mercado y le da igual quien los ocupa. La industria tabacalera busca atraer a niños y adolescentes para sustituir a los ocho millones de personas que sus productos matan cada año".
La industria tabacalera se opone a todas las políticas de control del tabaco y de los productos novedosos que contienen nicotina, por lo que los poderes públicos deben anticipar y contrarrestar esta oposición. Además, siempre ha negado los efectos negativos del tabaco. En 1999 el Departamento de Justicia de Estados Unidos denunció a nueve tabacaleras por un delito continuado de conspiración y fraude para engañar a la opinión pública sobre los efectos del tabaquismo, el humo del tabaco y los beneficios para la salud de los cigarrillos "light". El juicio se inició en 2004 y el Tribunal dio por probado que desde 1953 las compañías se confabularon para "negar, distorsionar y minimizar" los efectos del tabaco que "reconocían en documentos internos". Su imagen pública quedó destrozada.
Otras formas de consumo
Desde hace ya un tiempo convivimos con otras formas de consumo de tabaco y nicotina. Nos encontramos con los llamados productos por calentamiento entre los que se incluyen los ENDS (Dispositivos Electrónicos de Liberación de Nicotina) y los HTPs (Productos de Tabaco por Calentamiento), además de un mercado cada vez más popular de otras formas de consumo de tabaco como son las denominadas "cachimbas".
El uso de sistemas electrónicos de liberación de nicotina (ENDS) se ha convertido en un grave problema de Salud Pública. En Estados Unidos una conocida marca de cigarrillos electrónicos empezó a generalizarse de forma masiva por jóvenes y adolescentes.
Los cigarrillos electrónicos contienen nicotina líquida, saborizantes y aromatizantes (claramente dirigidos a jóvenes y adolescentes). Pero también contienen propilenglicol y glicerina, así como cancerígenos del Grupo A (acetaldehído, formaldehído, acroleína, metales pesados (níquel, cromo, plomo y cadmio) y nitrosaminas). No hay un umbral de seguridad para ninguna de estas sustancias. La nicotina tiene gran potencia adictiva, aumenta la frecuencia cardíaca y es un co-carcinógeno promoviendo el crecimiento de tumores. Además, afecta al desarrollo cerebral de los jóvenes y adolescentes, alterando el comportamiento y mermando la habilidad para el aprendizaje. También produce daño pulmonar y cardiovascular.
Actualmente, el 83% de los estudios concluyen que los cigarrillos electrónicos, no son útiles para dejar de fumar (hay estudios que demuestran que dejan de fumar el 28% menos que el grupo control).
En resumen, el claro negocio de la industria tabacalera es la nicotina y orientan su publicidad, promoción y patrocinio a cigarrillos convencionales, cigarrillos electrónicos, tabaco calentado.
En España, según la encuesta ESTUDES 2018-2019 (Encuesta sobre uso de Drogas en Enseñanza Secundaria en España) el primer consumo de tabaco se produce a los 14,1 años por término medio. El consumo en el último mes es del 26,7 % y el consumo diario del 9,8% (10,3% en mujeres y 9,4% en varones), cifra un punto superior a la de 2016.
Respecto a los cigarrillos electrónicos (CE), el 48,4% (52,4% hombres y 44,5% mujeres) los ha probado alguna vez. Existe un aumento muy significativo respecto a 2016 cuando el porcentaje era del 20% (22,6% en varones y 17,5% en mujeres). En dos años hubo un incremento de 28,4 puntos.