Una migraña es un dolor de cabeza recurrente, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza. Empieza repentinamente y puede estar acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales. Puede provocar depresión, irritabilidad, inquietud, náuseas o falta de apetito. En algunos casos, el afectado de migraña pierde la visión, tienen sensación de hormigueo o debilidad en las extremidades.
Más de 3 de cada 10 españoles la sufren y según la Asociación Española de Pacientes con Cefalea (AEPC), algunas pueden tener su origen en problemas bucodentales, como infecciones, bruxismo o trastornos del aparato masticatorio. "Generalmente estás personas no llegan a sufrir dolor bucal, por lo que no relacionan la migraña con ninguna patología bucodental", afirma Patricia Zubeldia Masset, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental.
El Síndrome del Compromiso Mandibular es el principal causante de la migraña originada por problemas bucodentales. "Esta patología es conocida por causar limitaciones en los movimientos funcionales de la mandíbula durante la masticación, lo que provoca dolor en varias zonas, como en los músculos responsables de la masticación o en la cabeza", explica Zubeldia.
La Asociación Española de Pacientes con Cefalea hace hincapié en esta relación entre migraña y problemas bucodentales. El bruxismo es otro de los posibles causantes de estas cefaleas. Se trata de un trastorno de la articulación temporomandibular que consiste en apretar, desplazar hacia los lados las mandíbulas o rechinar los dientes. Esta práctica, que generalmente aparece en periodos de estrés o ansiedad, genera cefaleas y dolor en cuello, oídos y hombros.
Para la prevención de la migraña con origen en problemas bucodentales, Patricia Zubeldia recomienda mantener los hábitos de higiene. "Siempre es importante una buena limpieza bucodental para prevenir las cefaleas y migrañas. Esto evita complicaciones derivadas de un mal cuidado. Por eso es importante enseñar a los niños a mantener unos buenos hábitos de salud bucodental, así como realizar las mismas revisiones que los adultos, al menos dos al año, para prevenir la formación de caries y la enfermedad periodontal que pueden influir en la aparición de cefaleas".
Asimismo, estas revisiones periódicas del dentista son esenciales para asegurar que el contacto entre los dientes, la conocida como oclusión dental, es el correcto, tanto en reposo como en movimiento. En este sentido, la experta de Sanitas Dental indica que "una posición de equilibrio oclusal, mantenida en el tiempo y sin sobrecargas, interviene definitivamente en la prevención de estas patologías. Del mismo modo, el mantener todas las piezas dentarias para que la mordida sea estable también prevendría la aparición de migrañas relacionadas con problemas bucodentales", concluye.