Hay muchos términos que describen el consumo de alcohol y sus consecuencias y que conviene conocer para situar el problema. Algunos términos como "abuso", "consumo excesivo de alcohol", "consumo moderado", "consumo prudente", "consumo social" o "consumo responsable" son o muy imprecisos o excesivamente indulgentes, por lo que es mejor dejarlos de lado.
Otros que conviene tener muy presentes son los siguientes:
- Alcohol: es el etanol o alcohol etílico contenido en las bebidas alcohólicas. En España se consideran bebidas alcohólicas las que contienen 1,2 grados de alcohol o más.
- Abstemio: es la persona que no consume ni ha consumido nunca alcohol. Hay quienes beben en ocasiones muy determinadas y puntuales y se consideran a sí mismos como abstemios, pero en realidad son bebedores esporádicos.
- Consumo de riesgo: como sucede con todas las sustancias tóxicas y adictivas, en el consumo de alcohol, el riesgo cero no existe. Un consumo de riesgo sería aquel que aunque todavía no haya causado problemas, podría llegar a hacerlo. A efectos prácticos, en España se considera consumo de riesgo a la toma media habitual de más de 20-24 gramos al día en la mujer (>170 gramos/semana), y de más de 40 gramos al día en el hombre (>280 gramos/semana).
- Dependencia del alcohol: conjunto de manifestaciones fisiológicas, de conducta y cognitivas que aparecen con el consumo repetido de bebidas alcohólicas, entre ellas un fuerte deseo de consumir, dificultad para controlar el consumo, persistencia en el mismo a pesar de sus consecuencias negativas, reducción o abandono de actividades sociales, laborales o recreativas para consumir o como consecuencia del consumo, aumento de la tolerancia (necesidad de consumir más para obtener el mismo efecto), aparición de síntomas de abstinencia o consumo para evitar estos síntomas.
- Intoxicación alcohólica: se puede definir como un estado de alteración funcional psicológica y psicomotora, de duración más o menos breve, secundario a la presencia de alcohol en el organismo.
- Problemas relacionados con el alcohol: son todos aquellos problemas que pueden relacionarse con el alcohol, sin que necesariamente exista una relación de causa-efecto. Puede ser sinónimo de discapacidades relacionadas con el alcohol.
- Consumo perjudicial de alcohol: patrón de consumo que causa daño a la salud. El daño puede ser físico (p. ej.: cirrosis hepática) o mental (depresión asociada al consumo). Se asocia a un patrón de consumo regular elevado (más de 40 g/día en la mujer y más de 60 g/día en el hombre).
- Consumo controlado: suele referirse al consumo que evita la intoxicación y se usa sobre todo para referirse a una persona que ha tenido problemas con el alcohol e intenta mantener un consumo controlado.
