La artritis reumatoide es una enfermedad caracterizada por provocar la inflamación crónica de las articulaciones, lo que produce destrucción progresiva con distintos grados de deformidad e incapacidad funcional.
La artritis o reumatismo debe sospecharse en los pacientes mayores de 16 años que presenten inflamación o derrame articular, durante más de seis semanas, en tres o más articulaciones, preferentemente de los pies y las manos.
La artritis reumatoide es la forma más común de artritis inflamatoria que afecta de un 0,5% a un 1% de la población, con un gran impacto económico, ya que aproximadamente el 90% de los pacientes tienen alguna forma de incapacidad. Se manifiesta, en general, hacia la tercera o cuarta décadas de la vida, aunque puede hacerse evidente a cualquier edad, presentándose con mayor frecuencia en el sexo femenino (3:1).
En el 66% de los hombres debuta como un cuadro de falta de apetito, fatiga y dolor en las articulaciones. En el 33% existe una o pocas articulaciones afectadas y en el 10% el comienzo es agudo y con fiebre.
En el 75% de las mujeres hay afectación articular de más de seis semanas de evolución en muñecas, dedos y rodillas.
La manifestación más común es el dolor en reposo de las articulaciones afectas. Existe rigidez matutina de más de una hora y derrame de líquido en las articulaciones. La afectación articular es de las dos partes del cuerpo, siendo bilateral, crónica, erosiva y deformante.
Puede afectar a las manos, los pies, las rodillas y la columna cervical.