El enfermo sufre una gran impresión al recibir la noticia de que sufre una enfermedad crónica y limitante como es la artritis, y la mayoría de ellos declara que la enfermedad marcó su vida. Pero con el paso del tiempo y con una buena información el paciente es capaz de afrontar la vida con optimismo y fe en el futuro.
El día a día del enfermo de artritis puede ser complicado ya que las deformaciones pueden complicar actividades tan sencillas como vestirse o comer, y la calidad de vida se ve muy deteriorada. En el 65% de los casos el dolor es el aspecto que más afecta a los pacientes, seguido del cansancio señalado por el 62% y la pérdida de funcionalidad en un 60% de los casos, según afirman varios estudios.
Por otra parte, la vida laboral también se ve muy afectada por la artritis, ya que hasta un 35% de los pacientes pueden presentar una incapacidad laboral absoluta. Y la vida familiar y de pareja se ve comprometida por la dependencia que puede llegar a presentar el paciente.