La gota es una enfermedad, caracterizada por la inflamación de una o varias articulaciones, que se debe al depósito de unos cristales microscópicos (de urato monosódico) y que aparece en las personas con niveles altos de una sustancia del organismo llamada ácido úrico.
Se dice que las concentraciones en sangre del ácido úrico se encuentran elevadas cuando:
- Los hombres y las mujeres posmenopáusicas tienen unos niveles >7 mg/dL o 0,42 mmol/L.
- Las mujeres premenopáusicas tienen unos niveles >6 mg/dL o 0,36 mmol/L.
Esta alteración es más frecuente en el hombre que en la mujer y puede asociarse a otras enfermedades como la diabetes mellitus , la obesidad , la dislipemia y la hipertensión arterial.
Es importante que sepa que la gota puede clasificarse en:
- Primaria : es aquella que se presenta en ausencia de enfermedades aparentes, mala dieta o ingestión de fármacos. Puede sufrir gota una persona si es obesa, padece hipertensión arterial o ingiere mucho alcohol .
- Secundaria : es la más frecuente y es inducida por los diuréticos (fármacos que ayudan a orinar).
El riesgo de desarrollar gota aumenta con la edad y con los niveles elevados en sangre de ácido úrico.
Fases clínicas:
- Niveles altos de ácido úrico (hiperuricemia) sin síntomas: el enfermo no tiene dolores en las articulaciones ni cálculos (piedras en el riñón) de ácido úrico. Es importante recordar que sólo el 5% de los hiperuricémicos desarrollarán gota. La mayoría de las gotas aparecen antes que los cálculos y después de 20-30 años de una hiperuricemia sostenida.
- Artritis gotosa aguda: cursa con un ataque agudo con dolor y signos inflamatorios de una articulación. Dura 3-4 días. Cualquier fluctuación brusca de los niveles de ácido úrico en sangre puede desencadenar una crisis aguda, así como el estrés, los traumatismos, las infecciones y la pérdida de peso. El 50% de los casos padecen los síntomas en la articulación del dedo gordo del pie. También puede afectar a las rodillas, muñecas, codos y hombros. Recuerde las famosas imágenes de diversos reyes de la historia que la han padecido; sentados con el pie en alto, el dedo gordo del pie rojo y sin poder soportar tan siquiera el peso de una sábana encima del pie afectado. Debe saber que, sin tratamiento, se produce un segundo ataque entre seis meses y dos años después del primero.