Si bien se produce en la mayoría de los organismos autótrofos, el anís estrellado es la fuente industrial del ácido shikímico, que constituye el ingrediente primario para crear el medicamento antigripal tamiflu.
El tamiflu es el medicamento más prometedor para controlar la gripe aviar (H5N1), pero algunos informes indican que algunas formas del virus ya han creado resistencia.
Por otra parte, la escasez de anís estrellado es una de las razones principales de la escasez mundial de tamiflu. Este anís se produce en cuatro provincias de China y se cosecha entre marzo y mayo. El ácido shikímico se extrae de las semillas en un proceso de fabricación de diez etapas que dura un año.
Antiguamente se creía que el anís estrellado era muy beneficioso y se le daba a los niños pequeños e incluso recién nacidos para controlar los gases intestinales, pero recientes estudios determinan que, en grandes cantidades, puede resultar mortal. Por eso se retiró del mercado en 2001.