En el caso de la gripe, la prevención es el mejor tratamiento y existe una vacuna recomendable. Todos los años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la composición de la vacuna a utilizar en esa temporada en aquellas personas incluidas en los grupos de riesgo, entre las que cabe destacar, fundamentalmente, las personas ancianas, ciertos enfermos, grupos que puedan transmitir la enfermedad a personas con riesgo y aquellos que trabajen en ciertos servicios públicos.
Se toman medidas generales para aliviar los síntomas, como son: guardar reposo, tomar un analgésico suave para calmar las molestias, y beber agua y zumos en abundancia.
Asimismo, deben extremarse las medidas higiénicas habituales (pañuelos desechables, etc.), taparse la nariz y la boca al estornudar y/o toser para impedir que la enfermedad se transmita a las personas que rodean al enfermo.
Es necesario recordar que, al ser un proceso vírico, no es eficaz el tratamiento con antibióticos, el cual puede dar lugar, en cambio, a resistencias bacterianas. Se administran fármacos que alivien los síntomas (antitérmicos, analgésicos).
Se pueden tomar medicamentos sin receta para aliviar los síntomas:
- Analgésicos: alivian los malestares y dolores y disminuyen la fiebre. Ejemplos de estos incluyen paracetamol, aspirina, ibuprofeno, ketoprofeno y naproxeno. Precaución: a los niños y adolescentes no se les debe dar ácido acetilsalicílico, pues éste les puede provocar el síndrome de Reye.
- Antitusígenos (también conocidos como agentes supresores de la tos): actúan en el cerebro, en el centro de la tos, para dejar de toser. No tome un antitusígeno si está tosiendo con moco. A los niños menores de cuatro años de edad no se les deben dar medicamentos para la tos.
- Expectorantes: los expectorantes ayudan a fuidificar el moco para pueda toser más fácilmente.
- Descongestionantes en aerosol nasal: disminuyen el tamaño de las fosas nasales y reducen la congestión. Los adultos solamente deben descongestionantes durante unos cuantos días. El uso excesivo puede hacer que los síntomas empeoren cuando se deja de usar el aerosol nasal. Precaución: los niños jamás deben usar estos medicamentos.
Los fármacos antivirales juegan un papel importante en el manejo de las personas que pertenecen a grupos de alto riesgo y que no han sido vacunadas. Los tratamientos antivirales existentes son la amantadina, la rimantadina y el zanamivir. Los dos primeros están limitados por sus efectos adversos y la aparición de resistencias de forma muy rápida.