Enuresis es el término médico que define el acto de orinar involuntariamente. Entre los niños, la más frecuente es la denominada enuresis nocturna, que se produce durante la noche.
Hasta los seis años, la enuresis es algo frecuente en los niños. No se debe olvidar que es normal que los niños pequeños se orinen en la cama. Aproximadamente, un 15%-20% de los niños de cinco y seis años mojan la cama y la mayoría de ellos son varones. Antes de esa edad resulta contraproducente tratar al niño.
La mayoría de los niños que mojan la cama siempre lo han hecho desde su nacimiento (se denomina enuresis primaria) y, en muchos casos, no hay una causa evidente. A menudo, se trata de un problema que ha sufrido algún familiar directo. La enuresis se da en algún pariente cercano en más del 85% de los casos. El 57% de los niños que se orinan de noche tienen un hermano, una hermana, un padre o una madre que ha sufrido el mismo problema.
La hormona antidiurética (ADH), también llamada vasopresina, que se produce en una glándula que está en la base del cerebro llamada hipófisis, es la responsable principal del control de la producción de orina. Durante la noche, algunos niños producen una cantidad insuficiente de ADH y esto puede contribuir a la enuresis, por haber una mayor producción de orina que no se evacua a lo largo de la noche. La administración de vasopresina puede proporcionar alivio a estos pequeños. El médico evaluará la conveniencia de administrar este tratamiento al niño.
El problema se debe afrontar con tranquilidad y sin crear un drama ni regañar al niño, pues él no tiene la culpa y necesita apoyo familiar. Además, es bueno que el niño sepa que hay muchos como él que se orinan en la cama. Si algún familiar sufre o ha sufrido el mismo problema, hay que decírselo al pequeño.
Una medida útil es evitar que el niño beba demasiado durante las dos horas antes de acostarse. Esto no garantiza que no acabe mojando la cama, pero puede contribuir a mejorar el problema. También es importante que vaya al cuarto de baño antes de dormir.
La cama puede protegerse, empleando un colchón impermeable o poniendo un protector impermeable sobre el colchón y bajo la sábana. También se pueden utilizar pañales de noche que se venden para este problema.
Se puede intentar hacer un diario donde se apunten las noches que el niño no se orina y felicitar a éste cuando no lo haga. Los avances pueden tardar semanas o meses en realizarse. Todas las personas involucradas deben proceder con paciencia, ya que enseñar al niño es una tarea que lleva su tiempo. Hay que tener siempre presente que con el paso de los años, la mayoría de los niños dejan de orinarse en la cama.