En primer lugar, debe confirmarse que se trata de una pérdida de orina totalmente involuntaria y demostrable. Se han de investigar los factores externos y los trastornos de las vías urinarias que originan la incontinencia. Será necesaria una exploración física minuciosa, que incluya un examen de la sensibilidad perianal y estudios analíticos, radiológicos y urodinámicos.
Deben tenerse en cuenta los antecedentes personales y las enfermedades que sufra el paciente, como las patologías neurológicas, las enfermedades sistémicas con repercusión sobre el sistema nervioso central, y las intervenciones previas que hayan afectado al tracto urinario, al abdomen y a la pelvis, así como a la columna vertebral. También se ha de tener en cuenta la medicación que toma el enfermo, ya que algunas sustancias pueden desencadenar o agravar la incontinencia.
Pruebas complementarias
- Radiografía simple de abdomen: permite diagnosticar la litiasis vesicular que causa la incontinencia urinaria de urgencia, sobre todo en pacientes con hipertrofia benigna de próstata.
- Urografía intravenosa: sirve para valorar la morfología y el correcto funcionamiento de las vías urinarias altas.
- Ecografía vesicoprostática: diagnostica la litiasis y los tumores vesicales, y puede medir la próstata y determinar su obstrucción.
- Estudios urodinámicos: evalúan la actividad funcional del tracto urinario inferior en la fase de llenado y de vaciado vesical.