Entre los trastornos asociados a la obesidad se encuentran las alteraciones del suelo pélvico (ASP). Éstas incluyen incontinencia y disfunción fecal, incontinencia y urgencia urinaria y prolapso de órganos pélvicos como la vejiga o el útero.
La característica principal de las ASP es una debilidad de los tejidos que sostienen los órganos en el área de la pelvis. La causa del deterioro de estos tejidos de soporte es multifactorial e incluyen la edad, los partos vaginales, la multiparidad, la cirugía previa del suelo pélvico, el sobrepeso y la obesidad. Estas ASP afectan a la calidad de vida y en sus formas extremas incluso las mujeres afectadas no pueden salir de sus casas. Estudios epidemiológicos han mostrado que dentro de la población de mujeres adultas tanto las ASP como la obesidad superan el 30%.
Aunque si bien la relación causa-efecto entre la obesidad y las ASP no se ha establecido aún, hay evidencias de que un incremento de la adiposidad preferentemente abdominal aumente la presión en la zona de la vejiga urinaria y, por tanto, es un factor en la incontinencia y en la urgencia urinaria. Pero hay pocos estudios bien diseñados, prospectivos, con distribución al azar que evalúen el efecto de la reducción de peso para tratar la incontinencia urinaria en mujeres con obesidad.
Recientemente, se ha publicado un estudio en el que se evaluó a 338 mujeres con sobrepeso que habían sufrido, al menos, diez episodios de incontinencia urinaria que fueron distribuidos al azar en un programa de pérdida de peso intensivo que incluía dieta, ejercicio y terapia de modificación conductual, o en un programa estructurado de educación. Al inicio del estudio no hubo diferencias en las características clínicas de las pacientes (edad, peso, número de episodios de incontinencia) entre ambos grupos de tratamiento. Sin embargo, a los seis meses, en comparación con el grupo control, tanto la pérdida de peso (-7,8 kg) como los episodios de incontinencia urinaria (-47%) disminuyeron de manera significativa.
Estos autores demuestran que la pérdida de peso es un tratamiento efectivo para las mujeres con sobrepeso y obesidad con incontinencia urinaria. Dado que la prevalencia de obesidad está incrementando en la población y que el peso es un factor de riesgo modificable, los resultados de este estudio, por un lado ayudan a considerar una relación causal entre la incontinencia urinaria y la obesidad y, por otro lado, a considerar la pérdida de peso como un tratamiento de primera línea para la incontinencia urinaria.