La insuficiencia cardiaca (IC) o corazón débil ocurre cuando el corazón pierde su capacidad de bombear suficiente sangre para cubrir las necesidades del cuerpo. Se trata de una enfermedad crónica que se desarrolla lentamente durante años y en la que el corazón va perdiendo, gradualmente, su función de bomba y trabaja con una eficiencia menor.
La IC puede decirse que es la etapa final común de la mayoría de las enfermedades del corazón. Las principales causas de insuficiencia cardiaca (80%) son la enfermedad coronaria (cardiopatía isquémica) y la hipertensión arterial.
La IC crónica es una dolencia de gravedad progresiva que no tiene cura y muestra una evolución letal, ya que desemboca en la muerte. Globalmente, el 20% de los pacientes morirán en el primer año, el 50% en los cinco años siguientes y el 80% a los 8-12 años después del diagnóstico de la enfermedad.
La IC ocurre principalmente en las personas mayores de 65 años. La prevalencia o el número de casos, entre los 40-59 años, es del 2%, entre los 60-69 años del 5%, y llega hasta el 10% en los mayores de 70 años.
Clasificación
Según la función que se afecta en el corazón, puede ser:
- IC sistólica: cuando falla la capacidad de bombear sangre.
- IC diastólica: cuando falla la capacidad de llenado del corazón.
Según la afectación de la actividad física o funcional:
- Clase funcional I: no hay límite de la actividad física.
- Clase funcional II: el paciente tolera la actividad habitual, pero aparece dificultad para respirar (disnea) con los esfuerzos intensos.
- Clase funcional III: la actividad física que el paciente puede realizar es inferior a la habitual, y está notablemente limitado por la disnea.
- Clase funcional IV: el paciente tiene disnea al menor esfuerzo o en reposo; es incapaz de realizar cualquier actividad física.