La CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas) se ha sumado a la declaración sobre accesibilidad a la comunicación de las personas sordas y con discapacidad auditiva durante la pandemia de la COVID-19 recientemente publicada por la WFD (Federación Mundial de Personas Sordas).
En el documento, se advierte de las barreras que suponen para las personas sordas el uso de mascarillas y las medidas de distanciamiento social. Estrategias que, si bien son necesarias para proteger la salud, impiden en gran medida la comprensión de los mensajes al vetar el acceso a la expresión facial, la lectura labial y cualquier información visual que suponga un aporte lingüístico.
Para mitigar estas barreras, la entidad cree imprescindible reforzar la inversión en materia de accesibilidad, de tal modo que se genere un entorno que contribuya a una comunicación clara entre personas sordas y personas oyentes. Entre los escenarios que se contemplan, está el sanitario, un ámbito fundamental durante la pandemia donde la incorporación de intérpretes de lengua de signos o videointerpretación y el uso de mascarillas transparentes debidamente homologadas y eficaces y pantallas, resolverían el deficiente acceso a la información de los pacientes sordos.
La WFD reclama la aplicación de estas medidas en todos los servicios de atención públicos y privados para garantizar el acceso en igualdad de condiciones de las personas sordas a los distintos bienes y recursos de carácter presencial y telefónico puestos a disposición de la ciudadanía. A estas suma otras recomendaciones como proporcionar información esencial en formato de texto en los espacios públicos, complementada con ayudas visuales y con un código QR que permita acceder a ella en lengua de signos; recurrir al apoyo gestual; usar lápiz y papel y aplicaciones de voz a texto para facilitar la comunicación en conversaciones individuales; y fomentar el uso de la lengua de signos que, además, posibilita que se respete la distancia de seguridad.
En la declaración se recuerda que la accesibilidad es una parte integral de los esfuerzos que deben hacerse para combatir la pandemia de la COVID-19, y que una actitud positiva del entorno a la hora de comunicar con las personas sordas es vital para no añadir más ansiedad a la que de por sí, afecta a las personas sordas a la vista de estas barreras. En este sentido, insta a administraciones, empresas privadas, y agentes sociales, educativos y culturales, a adoptar una actitud proactiva y de cooperación, ya que no solo las personas sordas pueden beneficiarse de estas recomendaciones, sino también las personas mayores, las que se comunican en diferentes idiomas, y las que tienen otras dificultades sensoriales.