Un proyecto, impulsado por la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) y STADA, estudiará en las farmacias comunitarias de Baleares los casos de desnutrición en las personas mayores de 65 años, con el fin de detectar de forma precoz este problema o el riesgo de padecerlo y mejorar su calidad de vida.
A través de esta iniciativa se quiere facilitar a todas las personas mayores de 65 años de Baleares que no estén institucionalizadas (que no vivan en una residencia u hospital) el conocimiento de su estado nutricional.
Los ancianos son uno de los principales grupos de riesgo de desnutrición por estar menos controlados y, especialmente, por vivir situaciones derivadas de la soledad, la depresión, la falta de movilidad o la pérdida de habilidades para realizar actividades de la vida diaria.
Todo esto influye en el cambio en sus hábitos alimenticios. Tienden a consumir menor cantidad de alimentos y menor variedad de productos. En ocasiones, esta mala alimentación también está condicionada por la escasez de recursos económicos.
La desnutrición es un síndrome de graves consecuencias que suele pasar inadvertido hasta sus fases más avanzadas, cuando sus signos son ya muy evidentes y la recuperación es más compleja.
Entre sus principales consecuencias están la aparición de enfermedades como la anorexia (pérdida de tejido graso como consecuencia de la desnutrición calórica), la sarcopenia (pérdida de masa muscular por desnutrición proteica) y la caquexia (combinación de las dos anteriores). Además, pueden surgir otros muchos problemas de salud derivados de la disminución de la fuerza muscular, como pueden ser las caídas y un aumento de las infecciones por la alteración del sistema inmunitario.