Durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, hasta un 30% de las mujeres sufren dolores lumbares o ciática. El dolor tiene su origen en el nervio ciático que sale de la columna en la zona inferior de la espalda atravesando las nalgas y prolongándose hasta los pies. El dolor se manifiesta como un calambre agudo que empieza en la zona lumbar y que se irradia a la pierna.
Por lo general, esta dolencia se debe a que la musculatura de la espalda se sobrecarga y se contractura. Esto sucede debido a que los músculos abdominales se relajan, existe una falta de potencia de los glúteos, se produce aumento de peso y se practica el sedentarismo. Se produce la compresión de algunas de las raíces del nervio ciático, cuando éstas salen de la columna vertebral, debido a la presión que ejerce el feto en continuo crecimiento.
La mejor prevención para evitarlo es hacer ejercicios e intentar adoptar las posturas adecuadas. Si ya se sufre ciática, se debe aplicar calor seco en la zona dolorida varias veces al día, mantener la espalda lo más recta posible, evitar estar sentada largos periodos de tiempo y, cuando se esté sentada, colocar un pequeño cojín en la espalda. También se aconseja usar zapatos blandos y con un tacón de 3 a 5 cm, evitar levantar pesos y mantener la espalda recta.