COVID-19 y Embarazo

¿Me puede afectar el virus de manera diferente al estar embarazada? ¿El virus podría tener consecuencias en el feto? ¿Podré perder el feto? ¿Qué ocurrirá en el parto si resulto ser infectada? ¿Mi hijo/a podrá infectarse? ¿Podré atender a mi hijo después del parto? ¿Podré amamantar a mi hijo?

Estas y muchas otras preguntas son planteadas por las mujeres en relación a su embarazo y el día del parto.

En esta página

Durante el embarazo

Hasta ahora, con los datos que disponemos, podemos decir que las mujeres embarazadas no son más susceptibles de infectarse por el virus, ni de presentar complicaciones graves respecto al resto de personas de su mismo rango de edad. La infección tampoco está asociada con un riesgo mayor de aborto esponáneo o parto prematuro espontáneo. Sí que es verdad que el embarazo implica cambios en el sistema inmunitario que pueden aumentar el riesgo de contraer infecciones respiratorias virales, como por ejemplo la gripe y ahora, la COVID-19. Según la guía para el manejo clínico de mujeres embarazadas y de neonatos ante la infección por el virus publicada por el ministerio de sanidad de España explica que un gran porentaje de mujeres embarazadas (alrededor del 80% de la población general) podrían pasar la enfermedad de forma leve o incluso asintomática. A esto le tenemos que añadir la presencia de patologías previas que pueden agravar aún más la situación. Por esta razón, son consideradas grupos de riesgo. Por lo tanto, en caso de presentar síntomas, es recomendable llamar al centro médico. Es de suma importancia hacer un diagnóstico y tratar el problema de forma precoz para evitar complicaciones futuras.

Respecto al feto, hasta la fecha hay evidencias de que exista transmisión vertical. Las madres son capaces de transmitir la enfermedad al feto durante el embarazo a través de la placenta, pero las probabilidades de que ocurra son bajas. Aunque ocurra, no hay evidencias claras de que pueda causar malformaciones fetales. La transmisión en el momento del parto puede ser posible, pero según los datos, la enfermedad que se produce en los recién nacidos suele ser leve.

Durante el parto

En cuanto al parto, en caso de resultar infectada, hay un protocolo de actuación que variará en función del hospital. En general, la paciente deberá llevar mascarilla quirúrgica en todo el momento del parto y los asistentes el traje de protección. Podrá asistir un acompañante pero sólo y cuando no presente síntomas y no haya dudas sobre si ha estado en contacto con algún posible positivo los 10/15 días previos.

Después del parto, si el bebé no presenta síntomas podrá estar en la misma habitación que la madre respetando las medidas de precaución (a dos metros de la cuna, mascarilla en todo momento, limpieza de manos frecuente sobre todo antes de tocarlo) necesarias hasta que se analicen los resultados del laboratorio. Sería recomendable contar con el apoyo de un familiar que, no presentando síntomas y con las medidas de protección adecuadas, se encargue del cuidado del bebe en la misma habitación.

Una práctica muy habitual y recomendada es el "piel con piel". Si la paciente está infectada es muy probable que el recién nacido se contagie. En este caso, el personal sanitario le explicará los beneficios y los riesgos sobre esta técnica, aunque la decisión final siempre recaerá sobre los progenitores. Lo mismo ocurre con la lactancia materna. Esta aporta numerosos beneficios y si el estado de la paciente y del recién nacido lo permiten, se recomienda amamantar al bebé incluso si la paciente es un positivo confirmado y por lo tanto hay riesgo de infección. Esto se llevará a cabo con unas medidas estrictas: uso de mascarilla, lavado de manos, limpieza de la piel de la zona del pecho y de todas las superficies que puedan estar en contacto. También cabe la posibilidad de extraer la leche previamente en caso de que la paciente esté en una situación grave.

Al tratarse de un virus nuevo, cada día se dispone de información más actualizada, lo importante es seguir tomando las precauciones adecuadas para protegerse de la exposición del virus y buscar asistencia médica si se presenta fiebre, tos, sensación de falta de aire o malestar general.

En general, las autoridades sanitarias como por ejemplo el Ministerio de Sanidad español ofrecen unas pautas básicas generales para las mujeres embarazadas:

  1. Quedarse en casa
  2. Llamar al médico de cabecera en caso de presentar síntomas
  3. Respetar las medidas de prevención
  4. Mantener hábitos saludables
  5. Prestar atención al bienestar emocional

Noticias Relacionadas con COVID-19

> Ver todas
Agente infeccioso (microorganismo) constituido por ADN o ARN (ácidos nucleicos) y con capacidad para reproducirse en una célula viva.

Ver

Nombre que adquiere el embrión a partir del tercer mes de la concepción y hasta el nacimiento de un nuevo ser humano.

Ver

Sistema muy complejo de nuestro organismo (compuesto por una serie de órganos y células) que nos defiende frente a infecciones, enfermedades y sustancias extrañas.

Ver

Se denomina asintomática, en relación con una patología, a una persona que no presenta síntomas propios de esa condición de salud.

Ver

Es un órgano efímero (desaparece tras el nacimiento) en forma de bolsa, que comienza a formarse en la segunda semana tras la fecundación y que relaciona estrechamente al bebé con su madre y atiende las necesidades de respiración, nutrición y excreción del feto durante su desarrollo. La placenta se desarrolla de las mismas células provenientes del espermatozoide y del óvulo que dieron lugar al feto.

Ver