Las mujeres comúnmente presentan cambios en el estado anímico durante el embarazo, los cuales son causados por cambios en los niveles hormonales. Más de la mitad de las mujeres pueden experimentar depresión durante un corto tiempo después del embarazo, y manifestar sentimientos de ansiedad, irritación, tristeza con llanto e inquietud, que a menudo se conocen como "depresión puerperal". Esto, generalmente, ocurre en las primeras semanas después del embarazo y desaparece pronto, sin necesidad de tratamiento.
La depresión posparto es un trastorno más grave que afecta del 8% al 20% de las mujeres después del embarazo, especialmente durante las primeras cuatro semanas, y es necesario buscar atención médica para tratarla.
La mayoría de los síntomas son los mismos que en una depresión grave con: estado de ánimo deprimido, agitación e irritabilidad, disminución del apetito, dificultad para concentrarse o pensar, sentimiento de inutilidad o culpa, sentimiento de retraimiento, aislamiento social o desconexión, falta de placer en todas o en la mayoría de las actividades, pérdida de energía, sentimientos negativos hacia el bebé, pensamientos de muerte o suicidio y dificultad para dormir.
El tratamiento para la depresión posparto, a menudo, incluye medicamentos, terapia o la combinación de ambos. Existen varios tipos de medicamentos antidepresivos que se les pueden administrar a las madres lactantes, incluyendo nortriptilina, paroxetina y sertralina. La participación en grupos de apoyo puede ser valiosa, pero debe ser combinada con medicamentos y psicoterapia formal.
Sin tratamiento, la depresión posparto puede durar meses o años y existe riesgo de daño para la madre o el bebé.