El ocio es una experiencia que no sólo se realiza a través de vivencias lúdicas o creativas, sino también en vivencias solidarias. La relación entre ocio y solidaridad está acentuándose en las sociedades de los países desarrollados tras el excesivo impacto del consumismo en la industria del ocio. Los individuos, cansados de "comprar" actividades de ocio que no les reportan el beneficio esperado, se lanzan a nuevas experiencias en grupos solidarios. Estas vivencias e impresiones nos descubren campos de satisfacción llenos de posibilidades.
Dentro de estas vivencias está la colaboración como voluntario en ONG, lo que constituye una alternativa perfecta al ocio consumista que a veces nos invade. Suelen ser actividades que enriquecen a nivel personal y que, además, contribuyen a mejorar nuestra sociedad global. Se pueden realizar a través de asociaciones juveniles, ecologistas o de apoyo a los derechos humanos.