Se puede establecer una tipología de delincuentes menores atendiendo a los rasgos de su personalidad y la reacción con el medio sociofamiliar.
En esta página
- Menores con trastorno antisocial de la personalidad
- Menores con reacción asocial agresiva
- Menores con reacción de huida
- Menores delincuentes por neurosis
- Menores delincuentes por autorreferencias sublimadas de la realidad
- Menores delincuentes por psicosis
- Menores delincuentes desinhibidos por enfermedad orgánica
- Menores delincuentes por psicopatías
Menores con trastorno antisocial de la personalidad
Predisponen este tipo de trastornos la ausencia de autoridad del padre y la figura de la madre durante el crecimiento del niño. Suelen ser niños hiperactivos, encerrados en sí mismos, a veces crueles y que carecen de todo sentimiento de culpabilidad. Tienden a cometer robos, incendios, vandalismo o hurtos.
Menores con reacción asocial agresiva
Reaccionan de forma explosiva ante determinadas situaciones o de forma espontánea, unas reacciones que, generalmente, carecen de toda lógica y justificación. Suelen ser menores con carencias afectivas, lo que les genera una gran frustración, respondiendo con agresividad verbal o física. Por ello, es propio de ellos las injurias y lesiones con el atenuante de que si toman alcohol aumentan su respuesta agresiva.
Menores con reacción de huida
Responden huyendo ante la falta de atención, protección o afecto. Como no tienen capacidad para suplir estas carencias responden con la huida, por lo general a ninguna parte. Esta actitud comporta la comisión de delitos de hurto para poder financiar su huida. Se trata de menores que tienen una conducta reiterada de abandono del hogar.
Menores delincuentes por neurosis
Su faceta delictiva nace del complejo de culpabilidad que arrastran, provocándoles una sensación de angustia profunda, afectando tanto a su "soma" como a la "psique". De tal forma que cambian este sentimiento angustioso por la sensación que les produce cometer un acto delictivo, dejando todo tipo de huellas e indicios.
Menores delincuentes por autorreferencias sublimadas de la realidad
Estos menores mezclan imitación, fantasía y juego, de tal forma que viven fuera de la realidad, vivencia que les lleva a cometer actos antisociales, llegando a presentar características esquizoides.
Entre los delitos más habituales que cometen se encuentra el hurto o robo, para poder realizar las cosas que se imaginan.
Menores delincuentes por psicosis
Teniendo en cuenta que la psicosis es una enfermedad mental que llega a desestructurar la personalidad del individuo, nos encontramos ante menores que comenten actos delictivos arrastrados por la desestructuración que se produce en su psique, afectando a su voluntad y la perturbación del juicio.
Para FREUD este tipo de situación supone un trastorno de la mente en el que se produce una ruptura con la realidad.
Ejemplo de este tipo de menores son los niños autistas.
Menores delincuentes desinhibidos por enfermedad orgánica
Son niños que han sufrido encefalitis letárgica, se trata de un proceso inflamatorio del encéfalo, provocando somnolencia profunda y prolongada. Esta somnolencia incontrolada conlleva trastornos psíquicos.
Son menores que se dan cuenta de su enfermedad, de tal forma que cuando opera un cambio en ellos se arrepienten de su conducta, lo lamentan, pero al poco tiempo vuelven a incurrir en la misma conducta.
Menores delincuentes por psicopatías
La psicosis implica un trastorno de la personalidad traducida en la incapacidad del menor para adaptarse a su contexto y funciones. Esta inadaptación se produce a todos los niveles: en el ámbito escolar, en el entorno familiar e incluso con los amigos.
La clase de actos delictivos que comente va en consonancia con su orientación psicopática. Por ejemplo, si es explosivo se caracteriza por las injurias y lesiones, si es desalmado comete actos con gran crueldad y frialdad.