Las personas con altos niveles de colesterol presentan más probabilidades de desarrollar Alzheimer en la vejez. La enfermedad de Alzheimer es una patología genéticamente muy compleja y se cuenta con cuatro genes identificados hasta ahora y cientos de genes de susceptibilidad que se han analizado o se están analizando.
Existe una evidencia experimental de que los niveles incrementados de colesterol pueden inducir el depósito de amiloide, que caracteriza al Alzheimer, y en los humanos se ha demostrado que las personas que toman estatinas para controlar el colesterol muestran una reducción de la incidencia de demencia de hasta un 70% menos.
Tanto la generación como la eliminación de la amiloide están reguladas por el colesterol y se debe recordar que el cerebro es el órgano con el contenido en colesterol del organismo humano más elevado (20% del total del colesterol corporal).
Los individuos con niveles elevados de colesterol son más susceptibles a la enfermedad de Alzheimer, aparentemente debido a la presencia de un genotipo (el APOE e 4). La ApoE es una de las más importantes apolipoproteínas del plasma y la principal proteína transportadora del colesterol en el cerebro. Los seres humanos cuentan con tres alelos del gen APOE y se ha confirmado que el alelo APOE e 4 es el factor de riesgo más prevalente para padecer la enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, la presencia del gen no es necesaria para provocar la enfermedad y sólo incrementa el riesgo de padecerla, sin que se sepa, en la actualidad, el mecanismo por el cual existe esta asociación entre este tipo de demencia y el gen APOE e 4.