Antes de establecer que una persona tiene hipertensión arterial (HTA), se deben haber confirmado sus cifras de presión arterial (PA) en dos o más ocasiones separadas entre sí por varias semanas, asegurándose de que la medida de la PA se ha realizado con un aparato calibrado y en condiciones adecuadas. Hay que tener en cuenta que la PA no es igual a lo largo de todo el día, ni tampoco todos los días tenemos la misma PA, por eso, debe medirse en múltiples ocasiones.
El paciente en tratamiento farmacológico para la HTA debe saber que es un tratamiento para toda la vida, incluso aunque su PA sea normal. Si presentara alguna intolerancia al tratamiento debe decírselo a su médico, pero nunca abandonarlo. Las cifras de PA se elevan mucho y bruscamente cuando se suspende el tratamiento antihipertensivo, pudiendo provocar alguna complicación (ictus, infarto agudo de miocardio).
Las cifras de PA normales para un diabético son <130/80 mm Hg determinadas en la consulta del médico. Cuanto más baja esté la PA en el paciente diabético, mejor, especialmente para garantizar la protección renal. Por todo ello, un paciente hipertenso y diabético debe poner todo su interés en disminuir su PA.
Entre los cambios de hábitos de vida más difíciles de introducir están:
- Dedicar tiempo al relax, evitando hacer varias cosas a la vez o preocuparse en exceso por cosas triviales.
- Eliminar la sal de las comidas y elegir alimentos frescos, con predominio de vegetales y pescados con aceite de oliva, evitando las comidas copiosas o de restaurante.
- No fumar.
- Hacer ejercicio regular.