La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) facilita una serie de recomendaciones e información referidos a la gripe y los catarros, preparadas por el Dr. Manuel Linares, coordinador del grupo de trabajo de Enfermedades Infecciosas de SEMERGEN.
1. Principales diferencias entre gripe y catarro
Ambas son enfermedades infecciosas causadas por virus. La gripe es una enfermedad respiratoria aguda cuyo responsable es el virus "Influenza", mientras que en el resfriado existen más de 200 tipos diferentes de virus capaces de desencadenar sus síntomas. En el caso del resfriado, las complicaciones son menos frecuentes, su duración suele ser menor, y su sintomatología también es distinta.
2. Cómo aparecen cada una de ellas
La vía de contagio por lo general es respiratoria. En el caso de la gripe, aunque se acompaña de una sintomatología a ese nivel (tos, estornudos, rinorrea, etc.), también lo hace con manifestaciones más generales que traduce la diseminación vírica por vía sanguínea (Dolores musculares, dolor de cabeza, cansancio…)
3. Personas más vulnerables al contagio
En el caso de la gripe, se consideran personas con alto riesgo de desarrollar complicaciones: los niños menores de 5 años, adultos mayores de 60-65 años, mujeres embarazadas, personas que viven en residencias u otros centros de cuidado a largo plazo, personas con patologías crónicas como asma, enfermedades neurológicas, enfermedades pulmonares crónicas (EPOC…), enfermos cardíacos, personas con trastornos sanguíneos (como anemias), trastornos endocrinos (como la diabetes mellitus), obesidad, afecciones renales o hepáticas, o personas que tengan su sistema inmunitario debilitado debido a una enfermedad o a la toma de un medicamento (VIH o SIDA, cáncer o quien esté en tratamiento con corticoesteroides).
En cuanto al resfriado, puede afectar a personas de todas las edades, de hecho ¿quién no ha tenido un resfriado en el último año?, aunque dependerá del sistema inmune de cada uno según la capacidad que tengamos de enfrentarnos al virus. Los resfriados están presentes durante todo el año, pero predominan más en los cambios estacionales y, fundamentalmente, cuando se cambia a una estación más fría. Ante esta disminución de temperaturas externas, disminuyen las defensas locales de nuestro cuerpo y es muy fácil la transmisión entre personas.
4. Contagio
Ambas enfermedades infecciosas se pueden contagiar. En el caso concreto de la gripe, se puede prevenir a través de la vacunación, especialmente en aquellos grupos poblacionales en los que esté indicado. Su administración se realiza en los centros de salud.
La vacuna de la gripe brinda protección frente a ella y reduce el riesgo de complicaciones. Sin embargo, lamentablemente NO evita en todos los casos que se adquiera la enfermedad. La efectividad de la vacuna puede variar de una temporada a otra (según la similitud o "combinación" entre los virus incluidos en la vacuna y los que estén circulando en la comunidad), y según la persona a la que se le administra la vacuna (edad y estado de salud).
No obstante, numerosos estudios han demostrado que la vacunación es beneficiosa, especialmente cuando la vacuna combina perfectamente con los virus en circulación.
5. Sintomatología
En la gripe el periodo de incubación es de 18-36 horas, provoca siempre fiebre muy alta (38-40ºC), con dolores de cabeza y musculares muy intensos, y con una tos frecuente que puede llegar a ser severa; debido a todos estos síntomas, la sensación de cansancio es elevada. Además, tiene otra sintomatología ocasional como es el dolor de garganta, la irritación ocular, la secreción y la congestión nasal, y los estornudos.
Por otro lado, el periodo de incubación de un resfriado algo mayor (48-72 horas), con un frecuente dolor de cabeza, irritación ocular, estornudos, tos seca leve, y abundante secreción (especialmente al principio) y congestión nasal. Raramente provoca fiebre (en caso afirmativo, sería solo de algunas décimas), dolor muscular leve. Por último, la sensación de cansancio es menor que en el caso de la gripe.
6. Actuación y tratamientos
Ambas son enfermedades infecciosas causadas por virus, por lo que es importante recordar que NO responden a tratamiento antibiótico.
En la gripe sólo se administran medicamentos que mejoran el estado general del paciente, como antitérmicos que reducen la fiebre y en casos de tos seca persistente un antitusígeno. Además, se recomienda el reposo, hidratación (más de dos litros de líquido al día), vahos o inhalaciones de vapor de agua caliente, y baños tibios para bajar la fiebre en caso de que esta fuera muy elevada.
En el resfriado común el tratamiento es similar al de la gripe. El resfriado se resuelve solo y los fármacos (analgésicos y antitérmicos) no aceleran su curación, únicamente mejoran los síntomas. Es importante hidratarse lo suficiente para facilitar la eliminación de secreciones nasales.
7. Prevención
Fundamentalmente se previenen mediante un cuidado adecuado de la higiene. Los virus pueden estar en nuestro organismo latentes hasta dos horas después de que se expulsen vía estornudo, tos o contacto físico. Por ello, es importante lavarse las manos frecuentemente, limpiar las superficies de contacto común, evitar el contacto cercano con las personas que lo padezcan y compartir objetos en contacto con saliva o secreciones. Asimismo, es importante que al estornudar o toser nos cubramos boca y nariz con un pañuelo de papel y desecharlo a continuación.
Y como no, no fumar, llevar una alimentación equilibrada, realizar actividad física, evitar el estrés, cuidar nuestra higiene personal y de nuestro entorno, reducir nuestra exposición a contaminantes... entre otros... y ser felices.
8. Duración
En el resfriado la duración de los síntomas suele ser una semana, pudiendo permanecer la tos un par de semanas. Por el contrario, la gripe suele durar algo más, hasta 10 días.
9. Peligro de una gripe o un resfriado mal curados
La gripe "mal curada" puede provocar infecciones en vías respiratorias superiores (fosas nasales, garganta) y vías respiratorias inferiores (pulmones). Una de las complicaciones de la gripe más frecuentes es la sinusitis, caracterizada por descarga de moco, obstrucción nasal, dolor de cabeza en la frente y región superior de la cara, estornudos, tos y fiebre moderada. Otra complicación de mayor gravedad es la neumonía, una infección pulmonar en su mayor parte provocada por una bacteria que precisa un rápido diagnóstico y tratamiento.
Por otro lado, el catarro mal curado tiene como complicación una infección respiratoria. Sin embargo, los síntomas son más leves que los de la gripe mal curada, localizándose en nariz y garganta hasta que bajan al pecho, y pueden dar lugar a una bronquitis.
10. ¿Por qué es posible coger la gripe aun estando vacunado?
La vacuna de la gripe brinda cierta protección frente a ella y reduce el riesgo de complicaciones. Sin embargo, lamentablemente NO evita en todos los casos que se adquiera la enfermedad. La efectividad de la vacuna puede variar de una temporada a otra (según la similitud o "combinación" entre los virus incluidos en la vacuna y los que se diseminan en la comunidad), y según la persona a la que se le administra la vacuna (edad y estado de salud).
No obstante, numerosos estudios científicos han demostrado que la vacunación es beneficiosa, especialmente cuando la vacuna combina perfectamente con los virus en circulación.
11. ¿Es posible coger la misma gripe dos veces en un invierno?
Sí, aunque sería provocado por cepas diferentes del virus. Los virus causantes de la gripe pueden mutar, lo que significa que puedes contagiarte del virus, transmitirlo a otras personas y luego contraer de nuevo la enfermedad debido a que el virus ha mutado y los anticuerpos que tu cuerpo generó para luchar contra él ya no son eficaces contra la nueva cepa
12. ¿Cómo se explica que haya personas que casi nunca cogen la gripe o un catarro y otras que siempre suelen caer enfermas?
La respuesta hay que buscarla en nuestro sistema inmune: la capacidad que cada persona tiene individualmente de defenderse frente a microorganismos como bacterias y virus. Por ejemplo, dos personas diferentes ante el mismo virus pueden desarrollar mecanismos inmunes totalmente diferentes, uno que pase totalmente inadvertido para quien lo padece y otro que desarrolle los conocidos y molestos síntomas del catarro con una respuesta inmune más florida. Se han y se están estudiando los factores que hacen que esto vaya en uno u otro sentido.