Durante muchos años se ha recomendado no comer demasiado azúcar ni alimentos azucarados para prevenir la caries. En las últimas décadas, el consumo de azúcar en muchos países se ha mantenido constante, mientras que los niveles de caries han disminuido y esto sugiere que, cuando se practica una higiene bucal adecuada (por ejemplo, un cepillado regular usando pasta de dientes con flúor) se manifiesta menos el papel del azúcar en la formación de las caries. El consejo de reemplazar el azúcar por alimentos ricos en fécula (almidón) para evitar las caries tiene un valor cuestionable, por tanto, y actualmente se sabe que cualquier alimento que contenga carbohidratos fermentables (que estos sean azúcar o fécula) puede contribuir a la aparición de caries. Ello significa que, al igual que los dulces y las golosinas, la pasta, el arroz, las patatas fritas, las frutas, e incluso el pan, pueden iniciar el proceso de desmineralización (Más información).
Las características físicas de un alimento, especialmente cuánto éste se pega a los dientes, también afectan al proceso de formación de caries. Los alimentos que se pegan a los dientes aumentan el riesgo de padecer caries, en comparación con los alimentos que desaparecen de la boca rápidamente. Por ejemplo, las patatas fritas y las galletas se pegan a los dientes durante más tiempo que otros alimentos, como los caramelos y las golosinas. Esto se puede deber a que los caramelos y las golosinas contienen azúcares solubles que desaparecen más rápidamente gracias a la saliva. Cuanto más tiempo se queden los alimentos que contienen carbohidratos alrededor de los dientes, más tiempo tienen las bacterias para producir ácido y mayor es la posibilidad de desmineralización.
No hay acuerdo respecto a la importancia relativa de la frecuencia del consumo de carbohidratos y su relación con las caries. Como en el caso de la relación entre dieta y caries, este vínculo parece debilitarse con la adopción de una buena higiene bucal y la administración de flúor (Más información).
La caries del biberón o caries de la lactancia es una patología en la que los dientes de los niños se dañan debido a una exposición frecuente y prolongada a bebidas con azúcares, normalmente por medio del biberón. En particular, los problemas aumentan cuando se acuesta a los niños con biberones de leche de fórmula o zumo. El flujo de saliva se reduce mucho durante el sueño y los líquidos dulces permanecen alrededor de los dientes durante largos periodos de tiempo. Esto crea el entorno perfecto para que se desarrolle la caries dental.